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Los gaditanos son los andaluces con más prejuicios contra la inmigración

Una encuesta de la Consejería de Empleo señala que un 49,8% tiene una visión negativa por su presencia en el mercado laboral

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El fenómeno de la inmigración tiene una lectura distinta según el lugar de procedencia de la persona que lo analice. Al menos esa puede ser una de las conclusiones que se extraen de la tercera edición de la encuesta sobre 'Opiniones y Actitudes de los Andaluces ante la Inmigración' (OPIA-III), realizada durante los meses de enero y febrero de 2010 por el Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones (OPAM) de la Consejería de Empleo de la Junta. Un estudio que sitúa a los gaditanos como los andaluces que tienen más prejuicios contra la inmigración. Su principal rechazo: La creencia de que los extranjeros ocupan puestos de trabajo en lugar de gaditanos parados.

Pero no son los únicos con esa percepción. La crisis económica y sus nefastas implicaciones para el mercado laboral, se reflejan en la valoración de la inmigración económica con destino a Andalucía, protagonizada fundamentalmente por personas procedentes de países con un menor nivel de desarrollo. La valoración negativa del hecho migratorio en los andaluces asciende al 54,5 %, con respecto al 35 % aproximadamente de la anterior encuesta (2008).

En referencia a los efectos positivos percibidos por la sociedad andaluza, un 37,2 % encuentra «pocos o ningún efecto positivo», frente al 22 % de las anteriores OPIA. En cambio las respuestas referidas a la aportación que los inmigrantes realizan como «mano de obra necesaria o barata», primer efecto positivo en las encuentras anteriores, bajan a un 27,4 %.

Por su parte, los efectos negativos percibidos de la inmigración están encabezados por afirmaciones como «quitan puestos de trabajo o aumentan el paro», que alcanzan un 45%, frente a algo más del 30 % de 2008. No obstante, el estudio resalta que la relación del incremento de inmigrantes con un aumento de la inseguridad ciudadana ha disminuido hasta diez puntos.

Importante aportación

Por otro lado, el porcentaje de andaluces que declara su acuerdo con la idea de que «los inmigrantes hacen una importante aportación al desarrollo económico de Andalucía» desciende 18 puntos porcentuales respecto a 2008, situándose en el 41 %; a la vez que aumentan aquellos que consideran que «muchos inmigrantes ocupan puestos de trabajo que deberían ser ocupados por gente de aquí», que son «uno de cada dos andaluces». Si bien uno de cada dos andaluces también sigue considerando necesaria la mano de obra inmigrante en Andalucía asociada principalmente a determinadas ocupaciones y sectores.

Por provincias, el paro es la principal preocupación del 80 % de los encuestados. Por su parte, la inmigración como problema destacado en Andalucía no es tan relevante, salvo en determinadas zonas como Almería.

La encuesta halla claras diferencias interprovinciales en las preguntas sobre los efectos positivos de la inmigración. En la mayor parte de los casos la respuesta «pocos o ningún efecto positivo» ocupa el primer lugar en el número de menciones; mientras que las respuestas que hacen referencia a los beneficios de la inmigración como mano de obra, ocupan un segundo puesto.

Pese a las variaciones con respecto al último estudio, se mantiene la hegemonía de Cádiz como la provincia donde mayores prejuicios se señalan en relación a la presencia de inmigrantes en el mercado laboral, con un 49,8% de menciones en la encuesta, frente al 45,4 % de media. La provincia gaditana también es la zona donde las respuestas referidas al incremento de la delincuencia como consecuencia de la presencia de inmigrantes, reciben un menor porcentaje de menciones, 21,1 %, frente al 27 % de media andaluza.

Respecto al balance general del hecho migratorio en Andalucía, en la encuesta de 2008 las valoraciones más favorables sobre la inmigración correspondían a las provincias de Almería y Sevilla, mientras que en Cádiz, Jaén o Málaga aparecían las valoraciones negativas ligeramente superiores a las positivas.

Sin embargo, ahora las provincias donde la valoración del hecho migratorio resulta más negativa pasan a ser, por este orden, Cádiz, Huelva y Almería. Las provincias donde el deterioro de las posturas respecto a la valoración general de la inmigración ha sido mayor son: Almería, Sevilla y Huelva. En el lado opuesto se situarían Jaén y Málaga.