«En ningún sitio del mundo se dan los buenos días como en Cádiz»

Una niña que cantaba en los coros de la iglesia de Loreto y que quería estudiar peluquería. Así era María del Mar Fernández con 16 años. Poco que ver con la estrella mediática en que se ha convertido estos días tras triunfar con su éxito 'Señorita' en el cine de Bollywood. Y es que, no es para menos. Sin precedentes que le hagan sombra en la historia, la gaditana se ha convertido en la primera voz española que penetra en el mercado cinematográfico asiático. Algo que la artista no podía imaginar cuando la llamaron para poner voz a la actriz catalana Ariadna Cabrol en el filme 'Solo se vive una vez'.

«Me enteré de mi éxito hace tres semanas cuando me llamó un periodista para preguntarme cómo llevaba la fama. El corazón se me puso a mil por hora porque yo no sabía nada», explica Fernández.

Pero este cuento de hadas tiene un origen más costumbrista. El famoso barrio de Loreto vio nacer a esta joven promesa en el año 79. Pasó su infancia en el patio de Las Salesianas entre cantes y juegos. Se hizo muchachita en el Fermín Salvochea y cuando cumplió los 16 decidió que su vocación flamenca también era compatible con sus estudios de peluquería. «Siempre me ha gustado cantar, pero también quería estudiar peluquería por si acaso mi carrera artística no terminaba de cuajar. Además era una profesión que me gustaba», subraya Fernández.

De niña a mujer

Pero pronto fue consciente de que lo suyo era el mundo del arte, así que «comencé a cantar en el coro de la iglesia de Loreto, y un día me escuchó cantar una bailaora que por entonces era presentadora de la televisión local, María del Mar Gutiérrez. Ella fue la primera que me ofreció una oportunidad». A partir de entonces, la joven de Bollywood comenzó a dejarse escuchar en toda la comarca gaditana junto al grupo de niñas que la bailaora llevaba. «Para mí era como unas vacaciones porque yo disfrutaba muchísimo viendo cómo las chicas se arreglaban y se preparaban para actuar», recuerda la cantante. Sin embargo, todavía era muy joven para viajar sola, «mis padres me acompañaban a todos sitios en el autobús», añade la artista gaditana.

Pero el destino tenía preparado algo mejor para la cantante. Poco a poco fue conociendo a gente de ese nuevo mundo que tanto le llamaba la atención y que soñaba conquistar con su alegría y desparpajo. Viajó a Japón y allí su voz puso el compás al baile de El Toleo y La Tolea. Cuando volvió a España ya era una cantaora consolidada.

En todo ese tiempo nunca olvidó sus orígenes y mucho menos ahora que el éxito internacional ha llamado a su puerta gracias al cine indio. «Me encanta el mar de Cádiz y su aire. Muchas veces cuando estoy fuera echo de menos el carácter de la gente de aquí, los buenos días que te dan en Cádiz, eso no te lo dan en ningún sitio». María del Mar adora su tierra. «Estoy deseando actuar en el Teatro Falla. Es uno de mis sueños». Y es que, la cantante participó en la anterior edición de 'Flamenco en los Balcones' y demostró su soltura desde la galería del coliseo. «Ahora me gustaría repetir la experiencia desde dentro», asegura.

María del Mar está muy ilusionada con su nueva vida y prepara un disco en solitario donde el flamenco y los ritmos indios vuelven a coincidir. «Ahora estoy en un momento de mi vida en el que me apetece experimentar», concluye la chica de Bollywood. Ayer, mientras hablaba con LA VOZ, la cantante esperaba entre bambalinas para entrar en un programa de una televisión nacional. Parece que la nueva 'Señorita' del flamenco ya brilla en todas partes.