«Oí un ruido raro pero el dueño me dijo que estuviera tranquilo»

Un fallo en una atracción de feria se cobró la madrugada del martes la vida de tres jóvenes de 20 y 21 años y causó heridas muy graves a una menor de 16 en Villacañas (Toledo). El suceso ocurrió hacia las cuatro de la madrugada en una atracción conocida como 'Extreme', una estructura metálica articulada con asientos repartidos en cuatro brazos que giran a gran velocidad alrededor de un eje. «Uno de los brazos se partió y salió volando con las cuatro personas que estaban en los asientos y que se estrellaron contra el suelo desde una altura de unos 30 metros», explicó el portavoz de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, José Luis González Capilla, que se desplazó hasta Villacañas para seguir de cerca las investigaciones abiertas por sus compañeros.

Como resultado del fuerte impacto dos jóvenes fallecieron en el acto, un tercero murió camino del hospital y una cuarta víctima, una menor de 16 años, sufrió heridas muy graves y fue evacuada al hospital Virgen de la Salud de Toledo con un fuerte traumatismo craneoencefálico del que fue intervenida ayer. Todas las víctimas eran de nacionalidad rumana y se habían desplazado hasta las fiestas de Villacañas desde sus localidades de origen: dos hermanos desde Campo Real (Madrid), otro varón desde Madridejos (Toledo) y la menor desde Villamayor de Santiago (Cuenca).

Los cuerpos tuvieron que ser extraidos de los asientos por efectivos de los bomberos de Villacaña, con con la ayuda de agentes de la Guardia Civil, Policía Local, voluntarios de Protección Civil y un equipo sanitario.

Una soldadura

Los cuatro amigos decidieron subirse al 'Extreme', el aparato más espectacular de la feria por su mezcla de fuerza, velocidad y música y que era toda una novedad en Villacañas pues nunca se había instalado en la feria. Según vecinos de este pueblo de 10.000 habitantes, el dueño de la atracción, que tiene todos sus permisos e inspecciones técnicas en regla, fue el último en instalar el aparato y lo montó rápidamente en la tarde del lunes, horas antes de que se inaugurara la feria. A este respecto, el alcalde de Villacañas, Santiago García Aranda, explicó que el feriante tenía en regla la licencia municipal y que la documentación del aparato «ya está en manos de la Guardia Civil y del juez, y se visa por ingenieros industriales de la Junta de Castilla-La Mancha».

Los propietarios de la atracción prestaron declaración durante la mañana ante los investigadorses del instituto armado, a los que explicaron que el aparato había sido comprado en el extranjero hacía pocos meses y, antes de ser montado por primera vez en España, había superado todas las revisiones técnicas. Según fuentes de la investigación, al parecer, una soldadura en mal estado que fijaba el brazo fatal a la atracción ha bría provocado que este se desprendiera. La tragedia podría haber sido mayor, dado que por unos metros el asiento con los cuatro jóvenes no cayó sobre la taquilla, que estaba repleta de público que esperaba.

«Cuando me subí noté que hacía mucho ruido y se lo dije al dueño pero me respondió que estuviera tranquilo», relató un testigo de lo ocurrido que salvó la vida milagrosamente. Este mismo joven se había colocado en uno de los asientos junto a tres de los rumanos accidentados, pero acabó sentándose en otro brazo porque cuando llegó el cuarto le pidió que le dejara sentarse en la atracción junto a sus amigos.