Portugal repudia la agresión al árbitro Proença

El deporte portugués repudió la agresión que sufrió el lunes el árbitro internacional luso Pedro Proença, a quien un individuo le propinó un cabezazo que le causó la fractura de dos dientes y heridas en la boca en un centro comercial del norte de Lisboa.

El secretario de Estado para el Deporte y la Juventud de Portugal, Alexandre Mestre, lamentó «profundamente» el acto, al que tildó de «muy grave».

«A parte de las evidentes consecuencias humanas y profesionales para Pedro Proença», explicó Mestre en un comunicado, «la agresión en causa puede contribuir para retirar más espectadores de los estadios».

Y de este modo, alertó, se podrá «desmotivar a muchos jóvenes para elegir o proseguir una carrera de árbitros, con los problemas que eso puede acarrear para el futuro del fútbol portugués».

Proença, de 40 años e internacional desde 2004, también contó con el respaldo de los colegas de su ramo.

El presidente del Consejo de Arbitraje de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) defendió prohibir a «todos los vándalos» entrar en un recinto deportivo, mientras que la Asociación Portuguesa de árbitros de Fútbol (APAF) lamentó lo ocurrido y recordó que ya esperaban que sucediese algo parecido.

«Es una situación que preveíamos que pudiese ocurrir. Los árbitros han sido ofendidos últimamente en su vida profesional y personal», apuntó Luis Guilherme, responsable de la APAF.

Proença, que arbitró el pasado domingo la final de la Supercopa lusa que se llevó el Oporto ante el Vitoria de Guimaraes, se preparaba para cenar cuando fue increpado y luego atacado por un hombre en el centro Comercial Colombo, uno de los mayores de Portugal y situado junto al Estadio de la Luz del Benfica.

El propio Benfica, que guarda una fuerte rivalidad con el Oporto, se apresuró a condenar la «bárbara agresión» y consideró que forma parte de una serie de episodios que «desprestigian y empobrecen» el deporte en general.