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Un gueto conflictivo desde los años ochenta

LONDRES. Actualizado: Guardar
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Antidisturbios de cinco fuerzas de Policía del sur de Inglaterra se desplazaron ayer a Londres para evitar una segunda jornada de violencia en las calles de Tottenham. Sin embargo, los refuerzos no pudieron impedir nuevos ataques a los comercios de un barrio que ha estallado en llamas por la muerte un joven negro a manos de la Policía. Ante esta situación, políticos y líderes comunitarios piden calma y una urgente investigación de la polémica operación policial en un esfuerzo por contener la frustración de los vecinos y evitar así que se propaguen los incidentes.

Mark Duggan residía en el complejo social Broadwater Farm, foco de graves enfrentamientos entre la población negra y la Policía en los años ochenta. En octubre de 1985, los disturbios se produjeron a raíz de la muerte por fallo cardiaco de una mujer cuando los agentes irrumpieron en su domicilio en busca de un sospechoso. En los violentos altercados, el 'bobbie' (agente no armado) Keith Blakelock fue asesinado en una acción que aún reverbera en todo el país por sus consecuencias sociales.

Broadwater Farm era un gueto que pocos se atrevían cruzar. El complejo de viviendas se ha reformado y el resto de Tottenham comenzaba a salir de su abismo de pobreza, aunque a un ritmo más lento que otras barriadas británicas. Los vecinos temen que el nuevo incidente, unido a los recortes en el presupuesto municipal, vaya a frenar los avances y propagar el malestar social. «Es lo último que necesitábamos», lamentaba Liz McShane, vecina del barrio. «A nuestra comunidad, que ya acumulaba bastante sufrimiento, le han resquebrajado el corazón. Este es un ataque contra Tottenham».