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Confusión en Libia por la toma de objetivos

Mientras que el régimen de Gadafi asegura que sus tropas controlan ciudades claves, los rebeldes hablan de victorias en ellas

TRÍPOLI. Actualizado: Guardar
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El primer ministro libio, Mahmoudi el-Baghdadi, anunció ayer que las tropas fieles al régimen de Trípoli han vuelto a tomar el control de la estratégica ciudad de Birghanem, a 80 kilómetros al sudoeste de la capital al derrotar a las fuerzas rebeldes. El mensaje del régimen se produjo un día después de que los sublevados que operan en las montañas del oeste aseguraran que habían conseguido entrar en la localidad después de librar intensos combates con los gadafistas, que se habían replegado a varios kilómetros de la región.

En un comunicado de prensa emitido desde Trípoli y leído en las cadenas de televisión árabes, el responsable del gobierno libio señaló que «la vida ha vuelto a la normalidad» en esa ciudad, que se encuentra, según su versión, «bajo el control total del Gobierno». La cadena catarí Al-Jazeera indicó que al menos cinco revolucionarios perdieron la vida en los últimos enfrentamientos y otros 15 sufrieron heridas de diversa consideración. La batalla por el control de Birghanem comenzó hace un mes cuando los rebeldes fueron detenidos en su ofensiva por una dura resistencia de las fuerzas leales a Muamar Gadafi.

Asimismo, la lucha por el control de la ciudad petrolera y portuaria de Brega, al este de Trípoli, ha vuelto a relanzarse por parte de los sublevados, quienes afirman que tomarán el mando de la misma en unas 72 horas. «Ahora sabemos cómo avanzar. Hemos desminado la zona y abierto el camino», señaló el comandante de los insurgentes, Abdul Jawad al-Badeen, quien agregó que sus milicias controlan ya las dos terceras partes de la región.

Apoyo aéreo

En apoyo a la ofensiva de los sublevados, un avión catarí realizó una breve escala en la ciudad de Misrata, principal localidad controlada por los rebeldes, para entregarles un cargamento de munición. El envío supone una violación del embargo de armas impuesto a raíz de las revueltas.

Mientras los enfrentamientos persisten en Libia, el presidente yemení, Alí Abdulá Salé, fue dado de alta del hospital militar de Riad en el que estaba ingresado desde el ataque contra el complejo presidencial de Saná del pasado junio y se encuentra «en buenas condiciones», según fuentes gubernamentales y médicas.

Salé, que ya caminar, se alojará en una residencia estatal saudí en la propia Riad y por el momento no regresará a Yemen, donde continúan las protestas contra su régimen. Otro de los heridos en el atentado del 3 de junio, el primer ministro Alí Mohamed Megawar, fue dado de alta el sábado, pero también permanecerá en Arabia Saudí.