
La afluencia de turistas deja en evidencia graves fallos en la depuración de aguas
Una docena de municipios de la provincia tienen graves problemas para limpiar sus aguas fecales
Actualizado: GuardarEl cierre de dos playas por vertidos de fecales dictaminado hace unos días en Barbate ha vuelvo a poner en evidenciar las carencias que tienen las infraestructuras de depuración en la provincia.
Aunque el esfuerzo realizado en los últimos años por parte de la Consejería de Medio Ambiente y los respectivos ayuntamientos está siendo grande tanto en número de proyectos como en volumen de inversión, Cádiz no depura aún todas sus aguas.
En estos momentos, con una decena de ampliaciones o construcciones de depuradoras en distintas fases de tramitación u obras, aún hay varias localidades gaditanas que no cuentan con ellas.
Grandes municipios como Algeciras o Chipiona siguen sin infraestructura de depuración. En ambos casos las obras se han empantanado, si bien los planes de Medio Ambiente son abrir las instalaciones a lo largo de este mismo año. La Edar de Algeciras, una población con más de 100.000 habitantes, tiene un presupuesto de 31,2 millones de euros; en el caso de Chipiona las obras estaban dotadas con más de once millones. Finalizada su construcción, la instalación no ha podido todavía entrar en funcionamiento al no disponer de tratamiento terciario. El Ayuntamiento está tratando de cerrar un acuerdo con la comunidad de regantes para construir una tubería que suministre agua de riego a los campos. Tampoco hay infraestructuras en localidades como San Martín del Tesorillo, San José del Valle, Bornos, Trebujena o Benaocaz.
Según el último Informe Medio Ambiente de Andalucía de 2010, la provincia ha incrementado un 4,5% su capacidad de tratamiento de aguas residuales y ha pasado de 360 depuradoras en funcionamiento en el año 2000, a un total de 588 a finales del año pasado.
Sin embargo, según los colectivos ecologistas la situación de falta de depuración de las aguas negras es especialmente delicada en las zonas costeras, donde la población se multiplica en los meses de verano, y los problemas dan la cara en forma de vertidos incontrolados o roturas de tuberías.
La administración autonómica se encuentra en trámites para ampliar las instalaciones de Rota y los colectores que permitirán poner en marcha la Edar de Bolonia, al tiempo que sigue trabajando en la tramitación de proyectos para Tarifa, el tramo costero de Cádiz y Vejer, Benaocaz, Grazalema, Bornos, San Roque-Los Barrios o Trebujena, entre otros.
Pero no parece suficiente. Chiclana, con dos estaciones de tratamiento terciario, sufre por ejemplo en julio y agosto, y en los últimos años ha habido varias roturas de colectores que provocaron cierres puntuales de zonas de baño en Novo Sancti Petri.
Aunque, obviamente, lo peor se lo llevan zonas sin ningún tipo de instalaciones. Los usuarios de Vejer-Costa y El Palmar, Zahora, Tarifa o Barbate sufren en sus carnes la falta de uno de los servicios básicos, que la normativa europea considera «imprescindible».