Un atractivo turístico que puede ocasionar problemas

Guste o no, las zonas costeras de Caños de Meca, El Palmar, Zahora y Zahara de los Atunes tiene ese halo de espacio al margen de la ley en muchos aspectos. Playas frecuentadas por la comunidad hippy en los años 70, la presencia de naturistas y turistas venidos de diferentes partes de España y el extranjero hace que la zona se haya convertido en refugio de trapicheo de drogas e incumplimientos de la normativa.

Eso es lo que alega el Ayuntamiento de Barbate, que ha estimado necesario poner freno a las concentraciones multitudinarias a pie de playa. Los afectados, fundamentalmente la comunidad de músicos profesionales que trabajaba cada verano en la zona, y los empresarios de la hostelería que organizaban este tipo de eventos, están que trinan.

Los conciertos de los chiringuitos de esta parte del litoral gaditano son un atractivo turístico de primer orden. Pero también han supuesto quebraderos de cabeza para las fuerzas y cuerpos de seguridad, que hablan de un incremento de la inseguridad, del consumo de estupefacientes y la suciedad en un litoral protegido.