Marín compareció ayer para presentar los datos de la auditoría encargada a técnicos del Ayuntamiento. :: L. V.
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El Ayuntamiento acumula una deuda superior a los 156 millones de euros

El alcalde dice que el pago de las nóminas de la plantilla municipal «está casi asegurado» y que solo se afrontarán los «gastos prioritarios»

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«No es una situación de bancarrota, pero si no tomamos medidas podemos llegar a una situación límite». Con estas palabras finalizaba ayer el alcalde, Ernesto Marín, una comparecencia ante los medios en la que anunciaba que el conjunto de la deuda del Ayuntamiento y las empresas municipales asciende en estos momentos a 156 millones millones.

Esta cifra es la conclusión principal del informe financiero (auditoría interna), realizado en las últimas semanas por la Comisión de Planificación Económica compuesta por técnicos del Consistorio. De esos 156 millones de deuda total, casi 79 millones son deuda a corto plazo (acreedores y operaciones financieras).

Desglosados por capítulos, Marín explicó que el Ayuntamiento tiene a día de hoy una deuda de 84 millones de euros, a los que habría que sumar los 8,3 millones que debe la Gerencia Municipal de Urbanismo, los 32,4 millones que adeuda la empresa pública de medio ambiente, Chiclana Natural, y los 30,3 millones que debe la empresa municipal de suelo y vivienda, Emsisa. Además, hay casi 1,6 millones en gastos sin consignación presupuestaria.

Estas cifras suponen para el equipo de Gobierno del PP una «herencia de los gobiernos socialistas que no esperábamos». El regidor, que se mostró ayer confiado en que pese a las dificultades económicas la ciudad «saldrá adelante», puso algunos ejemplos, como los casi 28 millones de euros que se deben en el servicio de limpieza y recogida de basuras, o los 1,9 millones que se adeudan a la constructora del nuevo Ayuntamiento.

Ernesto Marín anunció ayer que su gobierno está estudiando la aplicación de hasta 90 medidas para paliar esta situación y advirtió. «Debemos concienciarnos de la nueva realidad. En estos momentos el Ayuntamiento no puede hacer frente a gastos superfluos y se va a atender solo aquellos asuntos que sean prioritarios», dijo.

Las repercusiones de la delicada situación financiera por la que atraviesa la administración pública chiclanera serán evidentes ya en los próximos presupuestos y, tal vez, en las tasas municipales que paguen los ciudadanos en los próximos años. Las cuentas de 2012, en las que ya trabaja la delegación de Hacienda, serán «austeras», y el gobierno asegura que «intentará» no subir los impuestos.

Una de las primeras decisiones adoptadas por la casa será acogerse a una línea de créditos ICO, con un importe de 3,5 millones de euros, que irán íntegramente a liquidar facturas de proveedores, sobre todo pymes. Marín también aseguró ayer que el pago de las nóminas de los funcionarios municipales está «prácticamente asegurado». Por su parte, los socialistas en la oposición desmintieron estas cifras a los pocos minutos de darse a conocer. El edil Jerónimo Andreu criticó que Marín «mezcle las deudas a corto y largo plazo, y se olvide de lo que está por cobrar». El concejal del PSOE auguró «una política de importantes recortes sociales, que sufrirán los chiclaneros», y quiso matizar que «Chiclana no está endeudada a los niveles que el señor Marín plantea». El Partido Socialista solo reconoce una deuda total de casi 45,1 millones.