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Expectación por el juicio contra Mubarak
El expresidente egipcio deberá rendir cuentas hoy ante un tribunal de El Cairo junto a sus dos hijos y un exministro
EL CAIRO. Actualizado: GuardarHace seis meses, Hosni Mubarak daba su último discurso prerrevolucionario en la Academia de Policía de El Cairo, que entonces llevaba su nombre. En un vuelco del destino, hoy, medio año después, las palabras del ya expresidente egipcio también serán retransmitidas por la televisión estatal, pero esta vez comparecerá desde la jaula de los acusados, acompañado por su antiguo ministro del Interior, Habib el-Adli, y sus dos hijos, Gamal y Alaá.
Muchas cosas han cambiado en estos seis meses en Egipto, que acoge con sentimientos encontrados el que sin duda se trata del momento álgido de su transición, un hito que marcará el éxito o fracaso de todo lo que venga después: el juicio contra Mubarak. El hombre que dirigió con puño de acero el destino del país durante tres décadas deberá presentarse hoy ante el tribunal, acusado de estar implicado en la muerte de manifestantes, así como de enriquecimiento ilícito y de corrupción. Junto a él, sus hijos y El-Adli. También serán juzgados seis de sus colaboradores y el empresario Husein Salem, detenido en España.
La expectación y el simbolismo del proceso no pueden ser mayores. Mubarak será, después de Sadam Hussein, el primer dictador árabe juzgado ante un tribunal civil y por cargos de asesinato. Zine el-Abidine Ben Ali consiguió escapar de Túnez justo antes de ser detenido, y ha sido condenado en rebeldía. Pero el 'rais' egipcio prometió morir en el suelo que le vio nacer y se refugió en Sharm el-Sheij, algo de lo que quizás hoy se esté arrepintiendo.
Sin embargo, son pocos los que apuestan por verlo ante el juez. Es más que probable que su delicado estado de salud le impida viajar hasta El Cairo desde el hospital del Sinaí donde está ingresado. Los rumores han dado por muerto a Mubarak, de 83 años y con un cáncer, varias veces desde su detención. En los últimos días, sus médicos han asegurado que está deprimido y no come. Su abogado llegó a señalar que estaba en coma, algo que los doctores desmintieron más tarde y que revela mucho sobre la estrategia de la defensa que sus letrados están llevando a cabo para evitar que el expresidente comparezca ante el juez.
Informes médicos
Todo está, no obstante, preparado en El Cairo para su llegada. La Fiscalía egipcia ha dado orden para que el exgobernante sea trasladado a la capital ya que, según el ministro de Sanidad, el estado de salud de Mubarak es estable. Un helicóptero militar lo transportará directamente al lugar donde se celebrará el juicio, que se ha convertido en una fortaleza protegida por más de mil agentes. La decisión, sin embargo, no se tomará hasta última hora y dependerá de sus informes médicos.
Si los doctores consideraran que la vida del antiguo mandatario corre peligro por su traslado fuera del hospital, el proceso debería posponerse, aunque el de los otros acusados seguiría adelante. «No puede ser juzgado en rebeldía y los jueces tampoco pueden trasladarse adonde él esté», aseguraba el experto en Derecho Zakaría Abdelaziz, en declaraciones a la cadena ONTV. En este caso, sería posible que el juicio nunca llegara a celebrarse.
Pero la junta militar que gobierna actualmente el país no puede permitirse que el proceso se demore aún más. En los últimos dos meses, parte de la opinión pública, sobre todo los jóvenes que estuvieron en la plaza Tahrir desde los primeros días de las protestas, se ha tornado contra el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, a los que acusan de no poner en marcha las reformas prometidas y de permitir que los responsables de la muerte de más de 840 manifestantes sigan libres. El proceso contra los responsables del antiguo régimen puede que sea una de las pocas demandas que hoy en día siguen compartiendo los diferentes grupos protagonistas de la revolución.