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«Este pueblo tiene la negra»

Los vecinos y turistas lamentan el daño a la imagen de la localidad

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Bandera verde, operarios montando los puestos de una feria de artesanía y cientos de bañistas ajenos a la polémica. Esa era, a mediodía de ayer, la postal de la playa de El Carmen de Barbate.

Uno de los arenales más populosos y familiares de la provincia de Cádiz vivía ajeno a las analíticas. O casi. Y es que el posible cierre de las playas, decretado pero no ejecutado finalmente, era motivo de muchas conversaciones en la arena.

«Esta playa es igual de buena que otras de Chiclana o El Puerto, ¿por qué hay que cerrarla?». La frustración de los barbateños por volver a salir en los medios de comunicación por un aspecto negativo de su pueblo es patente.

«Es cierto que el Ayuntamiento este año no ha colocado carteles, que no hay rampas para minusválidos y que faltan algunos servicios, pero la playa está limpia y el agua tiene buena calidad», explicaba Juan José, uno de los vecinos presentes en el paseo marítimo de esta zona.

Los barbateños están «cansados» de estar estigmatizados por los problemas de los que todo el mundo ha oído hablar alguna vez en el pueblo. «Drogas hay en Cádiz, en Sevilla y en todos sitios. Aquí las televisiones solo hablan del paro, de la delincuencia y de lo mal que está todo; tiene que haber una mano negra que quiere hundir al pueblo», se quejaba amargamente Antonio García.

Lo cierto es que esa sensación es compartida también por muchos de los turistas que llegan a este enclave privilegiado situado entre la Sierra del Retín y el Parque Natural de La Breña. «La gente viene temiendo encontrarse insegura, que le roben o los maten, pero se va diciendo que este es un pueblo muy acogedor y maravilloso».

Entorno privilegiado

Durante el día de ayer, en cualquier esquina de Barbate se veía movimiento. Grupos de turistas acodados en la barra de los bares, el jolgorio típico en el mercado de abastos, y bañistas con moreno incipiente yendo y viniendo de la arena al apartamento y viceversa.

La vida estival en este municipio gaditano acuciado por las deudas de su Ayuntamiento y una de las cifras de desempleo más altas de España es casi como la de cualquier otro municipio costero en estos días de agosto.

El entorno privilegiado que posee, con playas, pinares y dunas prácticamente vírgenes, hace albergar esperanzas a muchos barbateños. «Aquí hace falta trabajo, hoteles para explotar el turismo, y unos gobernantes serios».

Los lugareños creen que las posibilidades de desarrollo del pueblo pasan por la explotación turística. Precisamente, muchos albergan esperanzas de que el desbloqueo del proyecto hotelero y de golf del Següesal sea el principio del fin de su particular crisis.

Pero hasta que ese maná prometido en forma de puestos de trabajo sea una realidad, los más viejos del lugar dan una explicación simple y sin tecnicismos de lo que ha ocurrido con las analíticas irregulares realizadas en aguas de la playa de El Carmen. «Todo el mundo sabe que aquí abren y cierran la depuradora del río varias veces al día. Cuando hay viento del sur y pleamar la corriente hace que parte de la mierda llegue a la playa. Eso ha sido así siempre», explican.

El resumen es sencillo. Barbate cree que la alarma desatada por Salud ha sido «excesiva». Nadie en el pueblo renunciará a seguir bañándose en la que consideran «nuestra playa».