El PP aparca el 'Faisán' y el terrorismo y centra la campaña en la economía y el paro
González Pons negociará con el PSOE los posibles debates televisivos entre Rajoy y Rubalcaba
MADRID. Actualizado: Guardar«Solo hay un tema en las elecciones en un país con cinco millones de parados y es quién saca a España del agujero». De esta manera tan gráfica expresó ayer Esteban González Pons la hoja de ruta que seguirán los populares durante la campaña electoral para las elecciones generales del próximo 20 de noviembre. «El PP va a hablar de lo que interesa a los ciudadanos y no a los políticos, aunque esos debates llenen páginas y páginas de periódicos», añadió el vicesecretario general de comunicación del PP y portavoz de la campaña.
Los populares entienden que, más allá de que el exministro del Interior tenga que dar explicaciones sobre la imputación del número tres de su departamento en el caso del presunto chivatazo a ETA, él es el candidato que ha elegido el partido que ha gobernado en España en los últimos siete años y que, como tal, le guardarán «el respeto que se merece». El PP, asimismo, pretende dejar fuera del debate electoral la lucha antiterrorista. «Pero si nos atacan, está claro que nos defenderemos», apuntó González Pons. Una decisión que tal vez obedezca al incipiente incremento de apoyos que el CIS detectó en favor de Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo que parece que sí tienen claro es que el talón de Aquiles del aspirante socialista no es su presunta responsabilidad política en el 'caso Faisán', sino su activa participación en las decisiones que adoptó el Ejecutivo socialista durante los momentos más complejos de la crisis económica.
González Pons compareció tras participar en la primera reunión que celebraba el comité de campaña del PP tras anunciar José Luis Rodríguez Zapatero que las elecciones serán el 20 de noviembre. Rajoy, en la recta final de su carrera por alcanzar la Moncloa, intentará «llegar individualmente» a la mayor cantidad de votantes posible. Su partido le está preparando una intensa agenda de precampaña -recorrerá todos las comunidades autónomas más Ceuta y Melilla- y una campaña en la que tiene previsto realizar debates televisivos a dos con Alfredo Pérez Rubalcaba y a cinco, con los candidatos que estime la junta electoral. González Pons será el interlocutor con el equipo de la socialista Elena Valenciano, aunque los populares también harán sus propias propuestas sobre fechas y formatos.
El PP también aspira a lograr que unos cien mil jóvenes se conviertan en portavoces de las iniciativas del PP en las principales redes sociales. Los populares tienen claro que Internet debe jugar un papel en la próxima cita electoral que vaya más allá de la «publicidad y la comunicación». De hecho, quieren que se convierta en una herramienta básica de «movilización y participación». Los jóvenes y las mujeres, según explicó González Pons, serán ejes centrales de las iniciativas que presente el PP «porque son los mayores perjudicados por el desempleo». La formación que preside Rajoy aspira a que la campaña de las generales huya del insulto y del rifirrafe diario y adopte un tono constructivo basado en «planes y proyectos, no mirando hacia atrás, ni siquiera regodeándose del presente». El PP abogará por presentar un proyecto que huya del corto plazo «y que sea creíble, transparente, nuevo y reformista».
Dudoso liderazgo
Quince días de guante blanco. Esta es la propuesta que a priori plantean los populares. González Pons arremetió contra lo que denominó como «el estilo Rubalcaba» de hacer política, basado en el «insulto, la descalificación y los espías», término este que, a preguntas de los periodistas, justificó como una «metáfora». Abundó, asimismo, en la «crisis interna» que padece el PSOE. «Cuando una persona tiene que reafirmarse cada semana en que es el líder de un partido, está claro que no lo es», apostilló en alusión a la autoproclamación de Alfredo Pérez Rubalcaba como jefe del PSOE «sin que le haya elegido ningún congreso ni se hayan celebrado primarias». Le comparó con un PP «que tiene un líder claro en la figura de Mariano Rajoy».
Preguntado por el apoyo que han prestado públicamente a Rajoy los máximos mandatarios de algunos de los mayores bancos de este país, el portavoz del PP comentó que «bienvenidos, porque son los últimos en incorporarse al proyecto del PP». Explicó que hace muchos meses que los clientes de estos bancos, «los hombres y mujeres que pagan hipotecas y créditos», se incorporaron al proyecto de cambio que defiende el PP.
Para evitar suspicacias, dejó claro que le parece «indecente» que los altos directivos de las principales entidades financieras se suban el sueldo «cuando las familias y los pequeños y medianos empresarios no tienen acceso al crédito; deberían renunciar a esa subida».