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Las residencias de ancianos cuelgan el cartel de completo
La alta ocupación de los geriátricos de la provincia impide a las familias acceder a una plaza temporal durante los meses de verano
JEREZ. Actualizado: Guardar«La única manera de que se quede una plaza libre es cuando uno de los ancianos fallece», afirman desde el hogar Sor Ángela de la Cruz. Cuentan con 37 plazas, todas ellas privadas, y una larga lista de espera. La historia se repite en otras residencias de la ciudad, que acumulan un gran número de demandantes de vacantes a la espera de que quede un hueco libre. Jerez cuenta en total con 629 plazas en residencias para ancianos, de las cuales, 418 están concertadas con entes públicos, según datos ofrecidos por la Delegación de Bienestar Social del Ayuntamiento jerezano.
El hecho de que sea verano no influye en la demanda, sólo en la variedad de las actividades, pues la carencia de plazas públicas y concertadas en las residencias jerezanas es una tónica común durante los 365 días del año.
Por tanto, la falta de plazas concertadas en la ciudad es patente, según los centros consultados por este medio. En el hogar Nuestra Señora de los Dolores hay 30 plazas, exclusivamente para mujeres. Desde el centro aseguran que cada uno paga «solo lo que se pueda». Otras residencias son San José (120 plazas) o San Juan Grande (38), mientras que La Marquesa y Monte Alto son de ámbito privado y sus precios hacen que sean prohibitivos para los bolsillos menos llenos, y aunque en el primer caso existen plazas concertadas, todas están cubiertas.
Esta situación se repite por todas las residencias de la provincia, sin importar si son públicas o privadas, donde la ocupación roza el 100% en la mayoría de los casos. De las cerca de 3.000 plazas (2.951) concertadas que tiene la Junta de Andalucía en la provincia sólo 34 están disponibles, apenas supera el 1%, y eso que en los últimos cinco años han duplicado el número de plazas y la inversión.
Solo pagando
Tanto las residencias de Jerez como las de la Bahía la ocupación es total a lo largo del año, salvo algunas excepciones como el centro de San José en San Fernando o la residencia Novo Sancti Petri en Chiclana, ambas con plazas concertadas y privadas donde aún quedan libres algunas habitaciones, eso sí, sólo las que son de pago por parte de los usuarios.
La alta ocupación a lo largo de todo el año impide a muchas familias poder dejar a sus familiares en una residencia durante las vacaciones. Desde las residencias Gades I y Gades II, ambos centros de titularidad privada, afirmaron que la demanda de las plazas crece siempre en periodos vacacionales como Navidad, Semana Santa y Verano. Estos centros disponen de programas de «contrataciones temporales» en los que se les ofrece una respuesta a las familias que buscan un respiro en el cuidado diario de sus mayores pero quieren asegurarse que estén bien atendidos. «Algunas familias intentan llevarse a sus mayores a un hotel con ellos pero les supone un gran esfuerzo físico tanto a la persona mayor como a sus cuidadores, por eso, las residencias son una gran opción de cara a las vacaciones». En estos dos centros que se ubican en Cádiz suman casi un centenar de plazas y «tan sólo nos queda libre una habitación o dos».
En el Asilo Dulce Nombre de María y la residencia Matías Calvo, también en Cádiz, los problemas se repiten. «Estamos en pleno centro y contamos con una larga tradición», dos aspectos que sin lugar a duda son grandes reclamos para los clientes. «Las personas mayores que están aquí lo hacen hasta el final de sus días y es cuando entra el siguiente de la lista, aquí no funcionamos por temporadas», relatan. Tampoco funcionan por temporada en la residencia Matías Calvo en la calle Doctor Marañón donde tienen todas sus plazas concertadas y ninguna libre. «Nosotros no trabajamos con programas de respiro familiar ni le prestamos demasiada atención a las plazas de verano porque nuestra ocupación son los 365 días del año».
La Junta de Andalucía también pone a disposición de los usuarios un número determinado de «plazas de respiro familiar» pero que son insuficientes para toda la demanda existente.
Desde la residencia Fragela, de titularidad compartida, confirmaron esta tendencia de ocupación. «Disponemos de 70 plazas, de las cuales 65 son concertadas y siempre están ocupadas». Al igual que sucede en otros centros de Cádiz disponen de una lista de espera «que va cambiando en función de la temporada y sobre todo de la Ley de Dependencia». Desde la dirección de este geriátrico explicaron que desde la entrada en vigor de la nueva ley de Dependencia «se han agilizado muchos trámites por lo que las lista de espera se han reducido. En varias ocasiones hemos llamado cuando se ha quedado una plaza libre pero ya habían entrado en otra residencia, aunque en la gran mayoría de los casos cuando se llaman desde Cádiz, acuden en cuanto pueden».