DOCTOR IURIS

El día del dolor

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Inma no es tan alta, pero sí afable y simpática. Con mucha juventud y algo de ayuda decidió vincular su vida a la educación infantil y tras, supongo, muchos laberintos, consiguió que la delegación oportuna aprobara su proyecto de creación de una escuela de educación infantil subvencionada. Inma, la directora de la guardería «El Duende» donde han aprendido y disfrutado mis hijos, acudió a Sevilla la semana pasada a -inventemos un nuevo verbo, por qué no- cacerolear frente al edificio de la Junta de Andalucía, que adeuda las subvenciones desde el mes de abril. La había visto el día antes informando a dos padres, cuyos hijos acaban de terminar su primer curso, de la situación en que se encontraba su negocio: si la Junta no paga ya, no podrá abrir la guardería en septiembre porque no tendrá con qué sufragar nóminas, seguros sociales y gastos generales.

Hoy leo que la delegación de Educación de la Junta ha dicho que intentará pagar antes de fin de julio lo que debe de abril y el 50 % de mayo, como un gran avance.

Pepe Griñán parece en la lejanía televisiva un tipo alto, afable, simpático. Debe ser también influyente en grado sumo. Su misión no es otra que preservar el bello y mágicamente melancólico reino de Andalucía para el partido socialista, al que pertenece. Como buen Presidente autonómico, a él también le crecen los enanos, perdón, personas de talla baja; la mujer barbuda se le queda calva, perdón, alopécica; y el domador de leones se hace mariquita, perdón, gay; y huye con el fagocitador de espadas, perdón, tragasables. Todo esto tiene, naturalmente, relación con el cisma político actual, el escándalo de los Expedientes de Regulación de Empleo, los Tea parties de Alcalá of the Gazules y, ahora, con el revuelo provocado por el impago de cuotas a las guarderías subvencionadas.

Y digo que Griñán es influyente en su partido porque no me creo que San Pancracio se haya aparecido a Rodríguez Zapatero para hacerle decidir adelantar las elecciones al 20N. ¿Es esto una nueva tocapelotez zapateriana (otra para la RAE, que estoy hoy rumboso) o en su fino estilismo improvisatorio no cayó en que el llamado "Día del dolor" lo usa la ultraderecha para homenajear a Franco y José Antonio? ¿Busca al fijar esta fecha apuntar con este ultimísimo dardo al Partido Popular como sucesora del Franquismo? Se avecinan una elecciones complicadas para el PSOE, I´m afraid: La caída del imperio rubalcaniano. Pero de noviembre a marzo la Junta pondrá el cartel de «Rebaixas» y, sea como sea, intentará salvar su «match point». Pero si el 1 de septiembre no se ha pagado todo a las guarderías; si Inma no puede abrir el aula matinal de «El Duende», los padres que trabajan no sabrán qué hacer con sus futuros votantes en horario laboral y la cosa se pondrá fea en marzo, por mucho que haya conseguido Griñán desligar un comicio del otro. Y advendrá el auténtico día del dolor.