Ciudadanos

El litoral, desbordado

Las contrataciones de médicos para sustituir las vacaciones apenas cubren el 30% de las necesidades de la costa.

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Están quemados. Los médicos de familia de Rota ya no dan más de sí. El equipo al completo, de quince facultativos, se va de vacaciones durante estos meses y hasta hace muy poco solo contaban con un refuerzo de dos médicos para una población de 28.000 habitantes que en esta época alcanza unos picos de 100.0000. Para el Sindicato Médico Andaluz (SMA) de Cádiz no es de extrañar que se hable del síndrome del quemado, el 'burn out'. Es demasiado el estrés y la presión asistencial, por no hablar de las posibles agresiones que sufren. Porque a la población que atienden se les ha creado unas expectativas difíciles de satisfacer con los recursos disopnibles.

Los médicos de familia que prestan servicios en la Bahía de Cádiz y en la Costa Noroeste se muestran impotentes ante el incremento de pacientes propio de los meses de verano y no pueden asumir la demanda de sus servicios. Si ya de por sí muchos centros de salud, como los de El Puerto, se encuentran masificados, la temporada estival les da el toque de gracia. Y los refuerzos programados por el Servicio Andaluz de Salud se quedan cortos: 18 médicos de familia y 18 enfermeros más para once ambulatorios ubicados en los puntos calientes del veraneo. Para el SMA, esta previsión es «totalmente insuficiente» y no cubre ni el 30% de las bajas. A juicio de este colectivo, «la situación sanitaria en los meses de verano es mala, los recursos disponibles deficitarios y precarios y todo ello repercute indudablemente en una calidad asistencial deficitaria a la población».

Una afirmación con la que coincide Miguel Morgado Gómez, presidente del Colegio de Médicos de la provincia. «La situación ha empeorado porque este año hay menos sustituciones y como consecuencia mayor acumulación de servicios a los compañeros que no están de vacaciones. El refuerzo del SAS es totalmente insuficiente, teniendo en cuenta el gran aumento de población en la costa».

Por motivos de conciliación familiar, casi el 100% de los profesionales sanitarios toma sus vacaciones en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, sobre todo en julio y agosto. Y con un porcentaje de sustitución del 20% aproximadamente. «Los compañeros que se quedan se ven obligados a realizar su trabajo y el de los que se van de vacaciones, a veces doblando o triplicando su actividad. Están realmente desbordados». Alonso Gómez, responsable de la sección sindical de la atención primaria en la provincia señaló que el propio SAS reconoce estos datos. «Pero aduce falta de profesionales en la bolsa de trabajo, y es posible que así sea, pero también es cierto que se llega a esta situación por una mala planificación y entre otras cosas, por haber obligado a jubilaciones forzosas a los 65 años cuando muchos profesionales querían haber seguido con su actividad». Otra de las causas del problema es la precariedad de los contratos que se ofertan a los médicos sustitutos, quienes recelan de trabajar para el SAS y prefieren a otras comunidades autónomas o un mejor trato personal, económico y mejores condiciones laborales.

También el retraso en la actualización de la bolsa de trabajo, denunciado por el sindicato CSI- CSIF, afecta de lleno a la contratación de médicos. Ahora bien, los refuerzos han recalado en Sanlúcar, Chipiona, Rota, Zahara de los Atunes, Atlanterra y Bolonia (Tarifa), Conil, Valdelagrana (El Puerto), La Laguna (Cádiz) y La Longuera (Chiclana). Desde el SAS defienden que han efectuado una ligera subida de diez a once centros y de 46 a 48 profesionales: 18 médicos de familia, 18 enfermeras de familia, dos pediatras, cinco auxiliares administrativos, cuatro celadores conductores y un auxiliar de enfermería. Esto se traduce en 3.944 jornadas de trabajo, 355 más que en 2010, cuando se contrataron 3.589.

«Chicos para todo»

Pero el SMA realiza otra lectura de estos números. Según sus datos, el reparto de los médicos en cada ambulatorio es: cinco para Sanlúcar, cuatro para Chipiona y tres para cubrir Rota. Unas poblaciones que pasan de unos 20.000 a 100.000 o más habitantes. El caso de Chipiona ha mejorado por la reciente inauguración del nuevo centro de salud, pero este no ha recibido una dotación específica de personal, sino una redistribución de los que ya ejercían en el Doctor Tolosa Latour.

En el caso del distrito Bahía de Cádiz- La Janda, la situación se recrudece. El porcentaje de cobertura de sustituciones es similar al de la Costa Noroeste, pero el número de médicos cae en picado. Solo uno para Cádiz, El Puerto, Chiclana y Barbate y dos para Conil. No obstante este distrito cuenta con una bolsa de 22 médicos eventuales sin ningún cupo definido, es decir, que no tienen pacientes asignados por lo que cubren cualquier necesidad que pueda surgir. «Se les trata como chicos para todo y esta no es la mejor manera de prestar una asistencia de calidad a la población. Se trata de suplir con este personal unos déficits de recursos sanitarios y posiblemente en el fondo, lo que subyace es una sobrecarga de población en los cupos médicos, pero no lo podemos confirmar». En este sentido, Alonso Gómez se queja de «falta de información y pésima transparencia» por parte del director de este distrito, Rafael Pereiro, «quien reiteradamente oculta datos de población asignada, recursos disponibles, refuerzos...». Para Morgado, la solución ha de partir de la experiencia acumulada por el SAS. «Que es muy larga, para poder averiguar las necesidades en una ratio servicio, médico, paciente. Hay varias posibilidades: número de recetas, consultas. Todo está informatizado».