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Culpan a los pilotos del Airbus que cayó al Atlántico

El último estudio revela que ignoraron las alertas de entrada en pérdida del vuelo que cubría la ruta entre Río y París en el que murieron 228 personas

PARÍS. Actualizado: Guardar
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La tripulación ignoró las alertas de entrada en pérdida. Los investigadores encargados de esclarecer el accidente del avión de Air France que cayó en aguas de Atlántico en 2009 y provocó la muerte de sus 228 ocupantes cuestionan en su último informe hecho público ayer la formación de los pilotos y su reacción durante la emergencia. Según el estudio de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), elaborado tras estudiar la información registrada por las cajas negras del Airbus A330, «ninguno de los dos copilotos» que estaban a los mandos mientras el piloto descansaba identificó correctamente las indicaciones de pérdida de velocidad.

«Ninguno de los pilotos hizo referencia a la alerta de caída y ninguno identificó formalmente la situación de caída», detalla el informe, en el que también se asegura que la alarma de accidente se activó durante 54 segundos. El documento señala además que los pilotos no habían recibido entrenamiento a gran altitud y ejecutaron una maniobra incorrecta al levantar el morro cuando lo que tenían que hacer era bajarlo.

El informe del BEA detecta a su vez que se produjo un error de comunicación entre los miembros de la tripulación, ya que el copiloto elevaba el morro del avión mientras intentaba alertar al comandante del aparato, que llegó a los mandos un minuto y medio después de que se desconectase el piloto automático. De ahí que los investigadores franceses recomienden a Air France que aplique programas específicos de formación a los pilotos en el control manual de los aparatos a gran altitud. Además, señalan la conveniencia de que las autoridades reguladoras evalúen la necesidad de integrar «la presencia de un indicador de incidencias al que puedan acceder directamente los pilotos a bordo de los aviones».

Air France, por su parte, insistió en un comunicado en que «hasta ahora nada permite cuestionar las competencias técnicas de la tripulación». «Queda establecido que la combinación de múltiples elementos improbables condujo a la catástrofe en menos de cuatro minutos», agregó la compañía. Hasta el momento, los investigadores habían señalado como causa probable del siniestro una avería en las sondas de medición de la velocidad, dañadas a causa del hielo y que enviaron informaciones contradictorias a la cabina de pilotaje.

En picado

Pero el BEA siempre advirtió de que ese problema no podía explicar por sí solo el accidente. El vuelo AF447 de la aerolínea Air France, un A330 del fabricante europeo Airbus, despegó con normalidad a las 22.29 horas del 1 de junio de 2009 del aeropuerto brasileño de Geleao con destino a París, con 216 pasajeros a bordo y 12 miembros de la tripulación. Cuatro horas y media más tarde tenía lugar el accidente que acabó con el avión en el fondo marino y sin supervivientes. El aparato, que cayó en picado 11,58 kilómetros, se precipitó sobre el mar a una velocidad de 200 kilómetros por hora.

Recientemente, el piloto de pruebas de Airbus Fernando Alonso declaró que, en su opinión, no se produjo ningún fallo de seguridad ni en el aparato ni en su mantenimiento.Y varios pilotos, incluyendo el excomandante de Air France Gerard Feldzer, habían señalado que la tripulación del avión siniestrado se había visto obligada a reaccionar en condiciones casi imposibles, con las alarmas de accidente sonando y encendiéndose en la cabina y con escasa información sobre la velocidad, altitud y condiciones atmosféricas.