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Un atisbo de esperanza para Somalia

Mogadiscio recibió ayer el primer vuelo cargado de alimentos para atajar la hambruna en un reparto que no llega a todo el país

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Mogadiscio recibió ayer el primero vuelo del puente aéreo humanitario establecido por el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Las 14 toneladas de suplementos nutricionales que transportaba el Boeing 737 permitirán tratar a 3.500 niños desnutridos durante un mes y supone el primer suministro aéreo desde que Naciones Unidas declarara hace dos semanas la situación de hambruna en Somalia.

El enlace entre Nairobi y la capital pretende dar respuesta a la crítica situación del país africano, pero tal y como reconocieron ayer representantes de la entidad, aún no alcanza a los tres millones y medio de afectados que viven en las zonas controladas por Al-Shabab, la milicia islámica contraria a la intervención de la cooperación internacional.

Este envío inicial ha sufrido un retraso de veinticuatro horas por problemas burocráticos en Kenia. La capital somalí, reducto del gobierno de transición, ha recibido una avalancha de desplazados del interior que buscan el socorro internacional y el PMA atiende ya a unos 300.000 individuos en campos de la periferia donde se han llegado a producir enfrentamientos por el acceso a la comida.

La ONG también ha reconocido que busca vías para llegar a la población que permanece en las áreas dominadas por los guerrilleros y que carece de cualquier prestación.

La situación también es compleja al otro lado de la frontera, en Kenia y Etiopía. Médicos Sin Fronteras denuncia los obstáculos que sufren aquellos que huyen tanto en los primeros centros de recepción como en los campos de refugiados, ya abarrotados, lo que genera demoras en el tratamiento. Además, la superpoblación ha dado lugar a la reubicación en nuevos emplazamientos que carecen de suficientes servicios básicos o la aparición de concentraciones espontáneas en territorio somalí provocados por quienes huyen de sus aldeas buscando ayuda. La organización sanitaria estima que el 38% de los recién llegados padecen desnutrición aguda.

Nuevos despegues

El Programa Mundial de Alimentos ha previsto nuevos despegues a lo largo de las próximas semanas rumbo a la capital y también a Dolo Ado, el asentamiento etíope. Su intención es hacer llegar auxilio a través de Jubaland, una región fronteriza somalí aún bajo la soberanía gubernamental, a las comunidades cercanas de Bakool y Lower Shabella, aquellas donde la crisis es más acuciante. Challiss McDonugh, portavoz de la entidad, confesó que no se prevé la asistencia por barco «ya que tardaría meses».

La violencia, la miseria y, sobre todo, la sequía, ha generado la mayor crisis en seis décadas en el país. Pero las malas cosechas y la desaparición del ganado constituyen problemas extendidos a todo el Cuerno de África.

El PMA atiende a 1,6 millones de habitantes del norte de Kenia y el gobierno local prové de víveres a otros 800.000 individuos sin recursos para acceder al mercado de alimentos, sujetos a elevadas subidas de precios.

Naciones Unidas calcula que unos diez millones de personas sufren unas condiciones similares en Etiopía, Eritrea, Djibouti y Uganda.