«Buenas noches, mi ángel»

'News of the World' hubiera hecho el agosto. Sin el rotativo clausurado por Rupert Murdoch en los kioskos, el resto de periódicos sensacionalistas británicos empieza a explotar el filón de la muerte de Amy Winehouse. Ayer tocó el funeral. Doscientos amigos y familiares despidieron a la cantante en el cementerio judío de Edgwarebury, al norte de Londres. Una marea de cámaras y curiosos siguió a la comitiva hasta el crematorio de Golders Green, donde su cuerpo fue incinerado. El diario 'The Sun' especula con que sus cenizas se mezclen con las de su abuela, que murió de cáncer de pulmón en 2006. Amy idolatraba a su abuela Cinthya, una cantante que salió con el músico de jazz Ronnie Scout.

«Buenas noches, ángel mío, que duermas bien. Tu papá y tu mamá te quieren muchísimo», le despidió cariñosamente Mitch Winehouse, el antiguo taxista reconvertido en 'crooner'. Entre los invitados, su productor, Mark Ronson, su estilista Alex Folden, la 'celebrity' Kelly Osbourne y el cantante Bryan Adams. Todos vestidos rigurosamente de negro, ellos tocados con la 'kipá' judía. En el servicio, oficiado por un rabino, hubo plegarias en inglés y hebreo. Sonó la canción 'So far away', de Carole King, una de las favoritas de la artista.

11,3 millones de herencia

No faltó Reg Traviss, el último novio de Amy Winehouse, con quien rompió después de sus desesperados y fallidos intentos para que abandonara las drogas. «Me cuesta expresar por lo que estoy pasando y quiero mostrar mi agradecimiento a todas las personas que le han ofrecido sus respetos y que lloran la muerte de una persona bella y brillante, mi gran amor», declaró.

Quien faltó fue el exmarido de la cantante, Blake Fielder-Civil, que cumple una condena de 32 meses por robo y tenencia de armas en la cárcel de Leeds. Según 'The Sun', el padre de Winehouse había avisado a sus allegados de que la presencia del hombre que introdujo a su hija en las drogas sería «un insulto para él», ya que lo considera «la persona culpable que condujo a Amy a su proceso de autodestrucción». El rotativo añade que Fielder-Civil no recibirá ni un céntimo de la herencia de la cantante, estimada en 10 millones de libras (11,3 millones de euros».

La cifra sorprende si tenemos en cuenta las ingentes sumas de dinero que gastaba en droga, tal como describe su estilista en 'The Mirror': «Era tan generosa que pagaba la cocaína, la heroína y la marihuana para todos». En la época en que vivía con su exmarido, detalla, llegaba a gastarse 1.600 dólares por día.