MALO CONOCIDO

El tercer hombre

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Como siglos antes la guerra de Troya o el ciclo artúrico, la llamada guerra fría que libraron durante la segunda mitad del siglo XX americanos y rusos, también generó un torrente épico que ya no se divulgó a través de cantos sino de novelas y películas; los espías fueron los protagonistas de esa epopeya. Como Aquiles o el Rey Arturo, Harold Adrian Russell o Kim Philby (Ambala 1912 - Moscú 1988) fue uno de esos héroes que inspira las leyendas, si bien en este caso la proximidad en el tiempo nos permite identificar al personaje real. Fue el más conocido del grupo 'Los cinco de Cambridge', prestigiosos intelectuales que durante la Segunda Guerra Mundial se incorporan al Servicio de Inteligencia Británico y que terminada la contienda, se convierten por sus convicciones marxistas en agentes dobles y facilitan información a la Unión Soviética.

Philby que fue íntimo amigo de uno de los más importantes escritores del género, Graham Greene, protagoniza múltiples historias de varios autores que no siempre coinciden con su biografía; como en la novela de Ted Allbeury 'El otro lado del silencio' (1981) en la que al final de su vida pide regresar a Gran Bretaña; o en la película 'El Cuarto Protocolo'(1987) de Michael Bilton, en la cual resulta asesinado por la KGB. Quizás el filme más de culto sea 'El tercer hombre' (1949) donde se le acaba reconociendo en el personaje de Harry Lime pese a que Graham Greene, autor de la novela y del guión, lo negara siempre, quizás por la amistad que les unía. El hecho es que Philby actúa como espía doble hasta que en 1963 los ingleses descubren las ilícitas actividades de su agente y para evitar un escandaloso proceso facilitan su fuga a la Unión Soviética no sin despojarle de la Orden del Imperio Británico.

Años después el corresponsal del Times descubre a un Philby ya retirado en un céntrico apartamento de Moscú. El veterano intelectual concede una larga entrevista publicada en tres entregas en la cual aún defiende sus convicciones en tiempos ya próximos al imprevisible desmoronamiento de la Unión Soviética. Las grandes lecciones se encierran en sentencias secas, tal vez porque según sostiene Octavio Paz así pueden arder e iluminarnos. A la pregunta ¿dónde es más feliz la gente? Philby responde escuetamente: «aquí, porque no existe el crédito». Todo un tratado de economía que describe las diferencias entre el sistema de mercado libre y el extinto estado socialista y que permite reflexionar acerca de la actual crisis del poder financiero.