Somalia conmueve al Banco Mundial
La entidad internacional anuncia 350 millones de euros para el Cuerno de África y la búsqueda de soluciones estables
Actualizado: GuardarEl Banco Mundial destinará 350 millones de euros para luchar contra la hambruna que padece el Cuerno de África. Esta cantidad se suma a los 8,3 millones ya aportados para la ayuda inmediata a los 11 millones de afectados por la sequía y sus consecuencias. Robert Zoellick, su presidente, señaló ayer que, además del socorro, la institución está trabajando en la búsqueda de soluciones estables que afronten la incidencia conjunta del cambio climático, la pobreza y la inseguridad alimentaria, causantes de la situación de extrema necesidad que vive la región.
La decisión de la entidad coincidió con la reunión extraordinaria de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), convocada en Roma a petición del Gobierno francés, encargado de presidir el G-20.
«El mundo ha fracasado en el objetivo de dotarse de seguridad alimentaria», reconoció el ministro galo Bruno LeMaire, y advirtió: «Si no adoptamos las medidas pertinentes, asistiremos al mayor escándalo del siglo».
La Unión Europea anunció el sábado que añadirá 27,8 millones de euros a su fondo contra el drama y España se ha sumado al llamamiento con otros 25 millones, declaró Soraya Rodríguez, secretaria de Estado de Cooperación. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha señalado que se precisan 360 millones adicionales para enfrentarse a la crisis en los próximos cinco meses.
La sequía que padece la zona, la peor en sesenta años, ha provocado escasas cosechas y un gran encarecimiento de los alimentos de primera necesidad que impide el abastecimiento de la población. La situación abarca vastas extensiones de Etiopía, buena parte de Yibuti y el norte de Kenia y Uganda, pero sobre todo se ceba con el centro y sur de Somalia, un Estado fallido envuelto en una guerra civil desde hace más de veinte años. El PMA ha alertado sobre la imposibilidad de alcanzar a 2,2 millones de individuos que permanecen en su interior. Además, más de medio millón han alcanzado los campos de refugiados de los países limítrofes.
La ONU declaró la pasada semana la hambruna en dos provincias somalíes, una medida inédita en los últimos veinte años, y que puede extenderse a otras áreas del país. Sin embargo, la respuesta internacional choca con la actitud de Al-Shabab, la milicia fundamentalista que controla el territorio y que, tras declaraciones contradictorias, parece haber decidido impedir la entrada de cualquier tipo de cooperación exterior. Sin su colaboración, la cooperación no puede ponerse en práctica de manera masiva y eficaz.