La ciudad, ante la enésima huelga de autobuses
Si la solución no llega antes del 8 de agosto, Jerez volverá a sufrir los efectos de los impagos de Urbanos Amarillos con sus trabajadores Comerciantes y hosteleros sumarán los paros del transporte público a la crisis económica
JEREZ. Actualizado: GuardarLo que queda de verano tampoco va a ser un remanso de paz para los jerezanos. Si esta pasada semana eran las trabajadoras de Acasa y Limasa las que recrudecían sus protestas durmiendo a las puertas del Ayuntamiento para exigir el pago de sus nóminas pendientes, el mes de agosto puede quedar marcado nuevamente por un conflicto laboral: una huelga indefinida de autobuses urbanos. Como ya adelantó LA VOZ este sábado, los trabajadores han hecho ya oficial la convocatoria de paros indefinidos a partir del próximo 8 de agosto si antes no se solucionan «los incumplimientos» que la plantilla achaca a la empresa.
Así, comerciantes y hosteleros vuelven a ver amenazados sus negocios con otro obstáculo más para que los vecinos de otros barrios de la ciudad acudan al centro a realizar sus compras. Desde la asociación de comerciantes Asunico, Manuel García, insistió en la necesidad de que «las dos partes se sienten, hagan una reflexión y dialoguen porque la situación es difícil para todos, no solo para los autobuses». Si ya el mes de agosto es complicado para la mayoría de los establecimientos -una vez pasada las rebajas de julio-, la situación se volvería aún peor si la sangre llega al río. «No quiero ni imaginar lo que sería otra huelga ahora», dijo García, que no tenía constancia alguna de que se hubieran anunciado nuevas protestas para las próximas semanas.
Los trabajadores hicieron oficial la convocatoria de los paros el pasado viernes, después de haber dado unos días de margen a Urbanos Amarillos con la esperanza de que llegara la solución. Finalmente, el comité de empresa siguió adelante con los paros ante «los reiterados incumplimientos tanto en el pago de nóminas pendientes como en la negociación del convenio colectivo». Al parecer, los trabajadores aún no han cobrado la nómina de junio, el anticipo de julio ni la extra de verano, además de otros atrasos que dejó sin abonar la anterior concesionaria, Cojetusa, cuando se retiró del servicio municipal en el mes de noviembre.
«Los comerciantes y vecinos no pueden ser siempre los perjudicados por estos conflictos. Hay que buscar soluciones definitivas y el único camino para conseguirlo es el diálogo», insistió con evidente preocupación.
Lo que sí está claro es que aún quedan muchos días por delante -dos semanas- para que ambas partes, con la mediación o no del Ayuntamiento de Jerez, encuentren una solución al conflicto. De hecho, otras convocatorias anteriores de paros no han llegado a materializarse aunque otras sí que se han ejecutado, como durante los primeros días de Feria o en el mes de febrero.