El atasco de coches es habitual en numerosos puntos del poblado durante el verano. :: JESÚS M. ARAGÓN
Chiclana

La otra cara de Sancti Petri

En plena temporada y a la espera de su puesta en valor definitiva, el abandono que sufre buena parte de la zona origina problemas Los usuarios critican la limpieza deficiente y los aparcamientos incontrolados

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Aceras ocupadas de manera indiscriminada por los coches, que entran incluso en la arena y zonas protegidas, la presencia de animales abandonados que dan una imagen poco agradable del recinto, las basuras acumuladas, la utilización intensiva de la zona náutica y la precariedad de servicios básicos como los que ayer domingo no ofrecía la oficina de información turística, cerrada a cal y canto, hacen que Sancti Petri muestre su peor cara este verano.

En las últimas semanas este medio ha recogido numerosas quejas de usuarios y bañistas por tales circunstancias. Indudablemente, la temporada alta hace mella en algunos aspectos, como el incremento del número de vehículos, «muchos de los cuales aparcan en la arena y no dejan pasear por las aceras».

Desde los colectivos afincados en el poblado no dan crédito a esta situación, aunque la situación es evidente en la zona trasera del caño Alcornocal, donde las terrazas invaden literalmente las zonas peatonales y los turismos con remolques acceden en bajamar a los espacios destinados al baño sin utilizar la rampa para este menester.

Asimismo, Sancti Petri también se ha convertido en los últimos años en una zona con escaso control de los servicios públicos. Debido a su estado de abandono, en muchos puntos del antiguo poblado almadrabero ha crecido la vegetación de manera incontrolada, lo que unido a la acumulación de basuras ofrece una imagen nada acorde con el paraíso que presume ser este enclave.

«Sancti Petri está muerto. Hay que hacer algo para resucitarlo», explicaban ayer algunos pescadores habituales de la zona rocosa donde antiguamente estaba la popular 'caseta del guarda'.

Como ya apuntó el hoy alcalde, Ernesto Marín, durante la pasada campaña electoral, «Sancti Petri debe ser una prioridad». Y en eso se está precisamente desde el Consistorio. El regidor anunció nada más tomar posesión que la recuperación y puesta en valor de la península sería una de sus obsesiones durante los próximos años.

Tras alcanzarse un acuerdo con Costas que permitió hace unos meses al Ayuntamiento de Chiclana hacerse con la titularidad del poblado, ahora viene la parte más difícil. Ésta no es otra que lograr financiación para que el borrador del Plan de Usos pueda ejecutarse.

En ese documento, que aún debe contar con la ratificación de los colectivos que componen la denominada Mesa por Sancti Petri, no se detalla el reparto de la financiación necesaria para construir los equipamientos previstos.

Tampoco está claro cómo va a financiar la Junta de Andalucía el dragado del Caño Alcornocal, que en el anteproyecto previsto debería recibir la mayor parte de nuevos puntos de atraque.

Déficit de servicios

De momento y hasta que Sancti Petri sea puesto en valor, sus usuarios deberán seguir paseando entre escombros y mirando al mar para eludir la realidad.

También hay quien se pregunta si fue un error derribar la estructura del poblado, auspiciada por Marín en su anterior etapa en el Gobierno «por motivos de seguridad».

Lo que está claro es que en una zona tan transitada por niños y turistas la limpieza, seguridad y servicios en el interior de Sancti Petri deben mejorar. De ello depende la imagen de la ciudad. De ello depende su futuro.