El piloto Fernando Alonso, en acción durante la sesión de entrenamientos de Nürburgring. :: SUKI / EFE
Deportes/Motor

Alonso busca aliados

El asturiano sale cuarto, tras Vettel, e invoca un fallo del líder con la presión de Webber y Hamilton

NÜRBURGRING. Actualizado: Guardar
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En su discurso, inalterable en tono, ritmo y gestos, se cuela una pregunta/percepción que despierta el interés de la gente: «Se te ve como chafado, ¿no?», le sugieren a Fernando Alonso, que zanja de cuajo el debate: «Para nada. Os veo chafados yo a vosotros porque vengo repitiendo las mismas respuestas desde que acabó la clasificación», sentencia el asturiano, aparentemente conforme con salir cuarto hoy en el gélido circuito de Nurburgring. «Estoy tan contento que no sé cómo expresarlo», ironiza. El Mundial se decide antes de las vacaciones de verano y busca aliados para acercarse a Sebastian Vettel, que fue tercero en lo que supone su peor clasificación del año. Por delante, Hamilton y Webber, con el premio gordo para el rebelde australiano de Red Bull. Todos contra el líder, cerco al campeón.

Sucede en una jornada de abrigos en donde el canal meteorológico alcanza el tope de audiencia porque todo el mundo está pendiente del cielo. Se anuncian lluvias en el bosque germano desde que empezó la fiesta, pero de momento ni una gota con los coches en pista a la espera de que caiga el agua que esconden los nubarrones con un 90% de probabilidades de carrera en mojado. Eso altera los guiones preestablecidos, aunque Alonso suplica para que se batalle en seco. «Los cuatro primeros tendríamos un 25% de posibilidades de ganar si no llueve. De lo contrario, estará muy abierto», entiende el español.

Coger el tren

Habla con la primera curva en mente, obligado a atacar a Vettel para que no se le escape el tren antes de hora, mucho más necesitado que el alemán ya que al líder no le interesa meterse en guerras con todo el margen del que dispone. «Hay que salir bien. Si podemos atacar, no hay duda de que lo haremos, hay que frenar más tarde que Vettel sí o sí». Como Contador en el Tour, como el campeón que se resiste a la rendición. Alonso va a por todas.

Quiere que se sepa para alterar el biorritmo de Vettel, implacable en 2011 y que presenta seis triunfos y tres segundos puestos hasta hoy. «Con presión llegan los errores», advierte Alonso, y se suman a la reflexión los otros perseguidores que luchan también por un objetivo común. Vettel, que firmó su peor sábado de los últimos quince grandes premios, no tiene claro si mirar al frente o ajustar el retrovisor. «Sé que os gusta verme en esa posición, pero que sepáis que lucharé contra todos, os lo garantizo», suelta a modo de amenaza.

Por delanta cabalga Mark Webber, segunda 'pole' consecutiva y enemigo público número uno de Vettel que inquieta incluso en Red Bull porque no está por la labor de acatar órdenes de equipo. Y segundo Hamilton, estratosférico y sorprendente en el circuito de Alemania. «Lewis y yo tenemos poco que perder», señala Alonso. Busca aliados para restar puntos al líder, por primera vez en un aprieto.