La guardia pretoriana de Arenas
Actualizado: Guardar¿A qué estratega del PSOE se le ocurrió que sería buena idea provocar al PP con la propuesta de vetar en el Parlamento la presencia de sus 17 alcaldes? Aunque al PSOE la asista la razón -hay que sudar la camiseta de diputado para ganar su bonito sueldo y no solo ir al pleno a pulsar un botón-, y Javier Arenas en el fondo piense lo mismo -propuso la incompatibilidad de alcaldes y diputados en 1995 y suya es la famosa frase «una persona, un cargo»-, no acertó con las formas y el tiempo. Primero, el PSOE se ha equivocado al creer que lograría precipitar a Javier Arenas por el desfiladero del descrédito tras el resbalón sobre su sueldo al defender ahora lo contrario que hace años. También los socialistas defendían lo contrario que ahora, como desveló 'El País'. Segundo, la incompatibilidad no podrá hacerse efectiva sin modificarse la ley electoral y una reforma así sería inaceptable sin consenso. La imagen de rodillo chirriaría. Y tercero, los socialistas se olvidaron de la fuerza de los alcaldes del PP, recién bendecidos por miles de ciudadanos en las urnas. Ahora deben rebobinar el Pleno del jueves para sacar conclusiones. La bronca del Parlamento dio una imagen lamentable, pero el PP logró que no transcendiera en titulares nada de la renta de Arenas ni de la dimisión de Camps. Una vehemente Esperanza Oña fue el colofón brillante a un desfile de alcaldes en la tribuna bien orquestado. Unos alcaldes que se revelaron/rebelaron como una guardia pretoriana de Javier Arenas. Imposible que el atribulado socialista José Muñoz les ganara la partida.