Arte. Milagros Delicado posa en su nueva galería con dos cuadros de Chema Cobo de fondo. :: J. F.
ARTE

Un nuevo templo del arte contemporáneo

La galerista Milagros Delicado inaugura un espacio expositivo en El Puerto con una muestra colectiva

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un acto de osadía es el que ha emprendido la galerista Milagros Delicado, que cuatro años después de que cerrara su sala en Cádiz ha decidido volver al mercado por todo lo alto. Los varapalos de la crisis le obligaron a cerrar su templo artístico, pero las ganas de volver a emprender una nuevo negocio le han llevado a inaugurar una nueva galería, en esta ocasión en El Puerto, donde ya tuvo otro local durante siete años antes de trasladarse a la capital. Emplazada en una amplia nave a modo de moderno 'loft', la actual sala goza de una ubicación privilegiada (se encuentra en la calle Espíritu Santo, justo a la entrada de El Puerto), además de una amplia superficie salpicada de sólidos pilares y coronada con un elegante artesonado de madera.

Pese a que aún faltan algunos detalles, como la serigrafía de los cristales o los carteles de la fachada, Milagros Delicado quiso inaugurar ayer su nueva creación, ya que, aunque ella no es propiamente pintora ni escultora, el gusto por la estética más sublime fluye por su piel. Orgullosa de la obra, congregó durante la tarde de ayer a un gran número de personas en la puesta de largo de su nuevo negocio.

Una exposición colectiva de artistas andaluces, con los que lleva años trabajando, ha servido para estrenar este nuevo espacio, que pronto se convertirá en templo del arte contemporáneo de referencia en la provincia. Chema Cobo, Magdalena Bachiller, Carmen Bustamante, Irina Larios, Rafael Zapatero, Concha Ybarra, José Manuel Pérez Tapia, Antonio Sosa y David López Panea han colgado algunas de sus obras más emblemáticas en las recién remozadas paredes de la sala de Milagros Delicado, que alberga también en su almacén un amplio depósito de obras de arte de diversas técnicas y autores.

La muestra «es una amplia selección de los artistas que han trabajado conmigo», afirma la galerista, mientras hace énfasis en el poético estilo de Concha Ybarra o el exquisito sentido de la figuración de Rafael Zapatero, cuya representación de unas exóticas plantas del Alcázar de Sevilla presiden la espaciosa sala. «También me gusta este otro paisaje de Rafael», el retrato de unos pinares cercanos a la aldea de El Rocío. En el lienzo, colocado a la entrada de la sala, la luz se cuela entre las ramas inundando de un halo mágico la idílica escena.

La exposición se complementa con las geometrías de Magdalena Bachiller, las marinas de Carmen Bustamante, llenas de viveza y movimiento, o las montañas pintadas a carboncillo de López Panea. «Creo que es una muestra bastante buena, además, los artistas se adaptan perfectamente al espacio», apunta Delicado.

Pero no todo es pintura en la nueva galería de Milagros, puesto que la escultura se erige majestuosa en una de las esquinas. Las piezas cerámicas de Irina Larios arrojan sensibilidad por cada una de sus tenues aristas.

Dos grandes circunferencias de cerámica, esmaltadas de vivos colores, muestran en sus caras sinuosas formas de hojas e insectos. Junto a ellas la colorida colección 'Cactus' se antoja sublime sobre soportes de diversos materiales, piedra, madera...

Pese a que la sala acaba de abrir sus puertas, su dueña ya tiene multitud de ideas en la recámara, como la posibilidad de celebrar recitales de poesía o conciertos de jazz, flamenco o música clásica. El lugar lo tiene todo. «El espacio tiene muchísimas posibilidades, no paran de ocurrírseme cosas para hacer aquí. A ver si la economía lo permite». Y es que la valentía y el afán emprendedor de su artífice van a tener que luchar contra un momento poco propicio para los negocios. Todo sea por amor al arte.