Sede central en Alicante de la Caja Mediterránea (CAM). :: EFE
Economia

El Banco de España interviene la CAM para sanearla y venderla al mejor postor

El FROB inyectará 2.800 millones de capital y abrirá una línea de crédito urgente de otros 3.000 millones

MADRID. Actualizado: Guardar
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Era previsible, pero no de este modo. El Banco de España intervino ayer de forma precipitada la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ante las evidentes dificultades de liquidez de la entidad. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) -que a partir del sábado sustituye a los administradores de la caja, ya convertida en el Banco CAM- inyectará 2.800 millones de euros para elevar el capital al mínimo exigido por el regulador (10%) y, al tiempo, abrirá una línea de crédito urgente y de disponibilidad inmediata por valor de otros 3.000 millones.

Este último montante servirá para atender con normalidad los pagos corrientes y de tesorería de la CAM. La inclusión en el 'rescate' de este crédito de emergencia hace pensar en una fuga de depósitos que hubiera precipitado los acontecimientos, dejando a la CAM con la cartera más que vacía. El Banco de España y la propia entidad trataron de endulzar la intervención al señalar que fue el propio consejo de administración de la caja el que solicitó al FROB su desalojo.

Sea como fuere, los siguientes pasos están claros: capitalizar, sanear y vender al mejor postor. Y cuanto antes, mejor. En un intento de tranquilizar a los más de 3,3 millones de clientes de la CAM, el organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez señaló que «los depositantes y los acreedores pueden estar absolutamente tranquilos». Los movimientos extraños ya comenzaron hace unos días, cuando la caja recompró (con un descuento del 18,5%) todas sus cuotas participativas, emitidas en 2008. Reducía así la CAM su número de acreedores. Idea que replicó la entidad a través de un comunicado en el que aseguraba que continuará trabajando «con normalidad».

La caja afrontó en solitario la misión de encontrar capital suficiente después de frustrarse a finales de marzo la fusión fría (denominada Banco Base) que pretendía conformar junto a Cajastur, Caja Canarias y Caja Extremadura. El 28 de abril presentó un plan al Banco de España que incluía la petición de esos 2.800 millones que, sin embargo, no ha convencido al regulador, que le ha exigido un giro en sus planes imposible de afrontar. El proyecto presentado, según el propio organismo, no garantizaba la viabilidad de la caja.

La Caja de Ahorros del Mediterráneo arrastra desde hace mucho tiempo una pesada carga derivada del ladrillo, al que financió en grandes cantidades y cuyo derrumbe ha terminado por pasarle factura. Esta es la tercera intervención después de las de Caja Castilla-La Mancha y Cajasur. Ahora, dos expertos independientes deberán de valorar la entidad y determinar qué parte de capital suponen esos 2.800 millones que, sin lugar a dudas, superará el 50% del grupo, lo que otorgará al FROB toda la capacidad de actuación. Fuentes próximas al proceso estiman que ese porcentaje podría acercase al 80%.

Matices

El Banco de España, que aseguró orgulloso tras los test de estrés que ninguna entidad española necesitaba capital adicional, recordó al explicar la intervención que el examen de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) no es «el único elemento» a considerar para evaluar «la solvencia y viabilidad» de las entidades. La CAM fue la que peor nota obtuvo entre las cajas y bancos españoles analizados según los criterios de la EBA, que le otorgaba un nivel de capital de primera calidad del 3% en el escenario más adverso y sin contar con las provisiones anticíclicas, cuando el aprobado se situaba en el 5%. Ese 'cate' suponía unas necesidades de 947 millones de euros.