«La amargura hace más fácil la tarea de componer»

La voz ronca, el aire desaliñado, la palabra certera y la mirada aguda de quien se ha curtido sobre los escenarios. De bar en bar, Albertucho ha sacado lustre a su guitarra en modestos garitos, entre hippies y alegres noctámbulos. Ahora, junto a «compadres» como Los Delinqüentes, lidera el cartel de Al Rumbo Festival 2011, un certamen musical que cada año aglutina en el recinto ferial de Chiclana a cientos de 'festivaleros' dispuestos a bailar hasta el amanecer.

-Su último disco es 'Palabras del capitán cobarde'. ¿Qué es lo peor que ha hecho por cobardía?

-Lo que hace todo el mundo, callarme más de la cuenta.

-¿Cuáles son sus mayores temores?

-El miedo a los problemas que nos superan, que no me salga trabajo. También da miedo que no te salga una canción.

-¿Qué es lo peor de su profesión?

-Empecé muy pequeño, era más inocente y me creía que todo era bonito. Pronto me di cuenta de cómo era el negocio. Además conoces a artistas con un ego enorme y que son unos gilipollas...

-¿Este álbum está concebido para salas o festivales?

-Este disco es muy folk y soul y se adapta a cualquier formato. De todas formas siempre cambio los temas de estilo según donde vaya a tocar.

-Dice que no tiene una gran voz...

-Eso lo dije cuando empecé y me preguntaron si me consideraba cantante, pero pienso que más bien soy un compositor. Aun así, he perfeccionado mi voz en estos años. De todas formas, la música puede llegarte sin tener una gran voz, como le ocurre a Sabina.

-¿Qué lleva en su reproductor?

-Mumford and sons, porque estoy escuchando mucho folk. También Dylan, el último disco de Foo Fighters, Sidonie, Pony Bravo...

-¿Prepara ya nuevo disco?

-Sí, ya tengo maqueta hecha. No paro de componer, es mi psicoanálisis, si no lo hiciera sería peor persona. A la hora de escribir, la amargura lo hace más fácil, aunque de la alegría salen temas muy bonitos. El próximo álbum será más folk, más americano.

-Tengo entendido que adora a Miguel Hernández. Recite algo.

-Me encanta el romance que hizo para Ramón Sijé: 'Umbrío por la pena...' Es un poeta con una gran fuerza. Fue despreciado por Lorca por sus orígenes humildes, pero yo me identifico mucho más con él.