MUCHOS CAMBIOS

La salida del señor Rubalcaba de la vicepresidencia del Gobierno para convertirse en flamante candidato del PSOE para las próximas elecciones ha supuesto, nuevamente, un grave revés para la Comisión Nacional del Bicentenario. En pocos meses la desaparición del espectro político activo de doña María Teresa Fernández de la Vega y ahora la del citado diputado por nuestra ciudad han propiciado un nuevo cambio en el la dirección de esta comisión y ahora nos viene Cháves. No ha corrido mejor suerte la gerencia del consorcio, que de María Luisa García Juárez pasó a Gabriel Almagro y ahora la ocupa Emilio Aragón. Tampoco la presidencia de este ha sido, ni es, un puesto estable porque, en pocos meses, han transcurrido por él Gaspar Zarrías, Luis Pizarro y ahora Francisco Menacho. En definitiva, el Bicentenario está gafao. Cada cambio y cada derrote, supone un parón, y van tantos, que va a llegar el día y, todavía, a ciencia cierta, no vamos a saber quién ocupará cada cargo. Pero lo malo no es eso, ni mucho menos, lo malo es que con tantos cambios los proyectos están parados y, algunos ya, casi olvidados. Hace muy pocos días Dragados amenazó claramente con parar de nuevo las obras del segundo puente y solo la reacción unánime de las fuerzas políticas de la ciudad han hecho que Fomento y la Junta se pongan las pilas para que no se produzca la debacle. Yo no sé quién es el que mueve los hilos ni con qué fin, lo cierto es que todas estas improvisaciones no van a tener un final feliz. Ahora, a las fechas que estamos, solo nos conformamos con un desfile de presidentes y de cargos de postín que no conducen a nada. Menos cargos y más trabajo señores, que se nos viene encima.