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El PSOE avisa de que el sacrificio no exime al líder del PP
Valenciano reprocha a Rajoy que haya querido establecer un «cortafuegos» para evitar que el 'caso Gürtel' le salpique
MADRID. Actualizado: GuardarLa dimisión de Camps fue recibida ayer con alborozo en la sede central del PSOE. Los socialistas sostienen que el gesto inesperado del presidente de la Generalitat valenciana confirma la «gravedad» de unos hechos que venían denunciando desde hace más de dos años de una trama de corrupción que, según su portavoz oficial, «salpica a todo el PP». Ahora, dicen, ha llegado el momento de que Mariano Rajoy dé explicaciones de lo sucedido.
La directora de la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba para las próximas elecciones generales, Elena Valenciano, mostró su convicción de que, al forzar la salida de Camps, el PP ha pretendido sobre todo levantar un «cortafuegos» que proteja a su presidente.
«Ha defendido a Camps en todo momento, como ha defendido a los demás imputados, y cuando finalmente dimiten simplemente se olvida de ellos, como si no tuviera nada que ver en la trama·, reprochó en una rueda de prensa en Ferraz, pocas horas después de que el presidente valenciano anunciara su renuncia. «No se engañen; no hablamos de trajes, sino de Gürtel y de Rajoy», insistió.
La decisión de Camps crea, en todo caso, un problema a los socialistas porque es previsible que arrecien ahora las críticas del PP a cuenta de los imputados por el 'chivatazo' a ETA. El asunto ha sido uno de los principales caballos de batalla de la oposición en cada sesión de control al Ejecutivo y este miércoles volvió a centrar el duelo dialéctico entre el sucesor de Rubalcaba, Antonio Camacho, y el diputado Ignacio Gil Lázaro, 'látigo' perenne del exministro del Interior.
Fue el propio Camacho el que utilizó la comparación con Camps como parapeto y quien tachó de contradictorio que el PP apoyara al dirigente valenciano mientras exige su dimisión por el 'Faisán', en el que ni siquiera está procesado. Sí lo está, en cambio, el ex director general de la Policía y secretario de Organización del PSE de Álava, Víctor García Hidalgo. Sobre lo que debe hacer ahora este dirigente socialista se le preguntó a Valenciano, y dijo que no cree que deba abandonar el partido pero, ante todo, despejó el balón. «Estamos aquí para pedir explicaciones a Mariano Rajoy; es a él al que le toca», alegó.