ESPAÑA

Bono, la corbata y el emperador de Japón

El presidente del Congreso abronca al ministro de Industria por acudir a la Cámara solo con camisa y americana

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Bono, el presidente del Congreso, se saltó ayer el programa de la sesión de control al Gobierno para abroncar ante el pleno al ministro de Industria, Miguel Sebastián, por acudir a las reuniones parlamentarias estivales sin corbata. Sebastián mantiene esta costumbre desde hace unos tres años, con el objetivo de dar ejemplo y promocionar hábitos ciudadanos que permitan el ahorro de energía mediante un adecuado uso de los aires acondicionados, que no deben estar programados a menos de 26 grados.

Bono aprovechó la pregunta parlamentaria realizada por el diputado del PNV Joseba Beloki, que interrogó a Sebastián sobre si de verdad no usar corbata tiene alguna repercusión notable en el ahorro energético, para cortar durante unos minutos la sesión de control y dejar fijada, ante la mirada molesta del titular de Industria y de otros diputados, su opinión sobre la asistencia de ministros sin corbata al hemiciclo.

El presidente del Congreso, después de explicar con la ayuda de unos termómetros que la temperatura ambiente en el pleno es cambiante según zonas, pese a los esfuerzos por regular de forma adecuada el aire acondicionado, agradeció a los diputados que acuden con corbata que le ayuden a «mantener la disciplina del vestido». Recordó que los ujieres deben llevar chaqueta y corbata de forma obligatoria, bajo amenaza de sanción, y que cree que «debemos dar ejemplo a los que tenemos que mandar».

Bono dejó muy claro que considera totalmente inadecuado que los miembros del Gobierno acudan a la Cámara Baja sin esta prenda de vestir y le dijo al ministro que «es probable que el primer ministro japonés vaya sin corbata al Parlamento», pero que duda mucho que no se la ponga para presentarse «ante el emperador de Japón».

El presidente del Congreso, más tarde, en declaraciones en los pasillos, explicó que le había enviado un mensaje a Sebastián para disculparse por si su reproche público le había molestado, pero se reafirmó en que aunque el ministro tiene razón con la regulación de los aires acondicionados, él la tiene con el uso protocolario de las corbatas.

La bronca de Bono no pareció hacer demasiada mella en el ministro, que a su salida del hemiciclo aseguró que «creo que cumplo con lo que tengo que cumplir, y voy a seguir (sin llevar corbata en verano) diga lo que diga Bono y el emperador de Japón».

Sebastián, aunque con su gesto no pudo ocultar lo poco que le gustó el rifirrafe, dio por bueno lo ocurrido en la Cámara si servía para dar publicidad a su iniciativa y para convencer a muchas empresas de la necesidad de autorizar esta vestimenta estival para mejorar la eficiencia energética.

El debate parlamentario entre el ministro y Beloki, que quedó eclipsado por la actuación contundente y atípica de Bono, permitió saber que Industria ahorra unos 200.000 euros al año en gasto energético gracias a la ausencia de corbatas y al control del climatizador. Sebastián dijo que el gesto permite a los ciudadanos ahorrarse el equivalente a su sueldo y el de sus altos cargos.