JOSÉ BAEZ, EL ABOGADO DEFENSOR

Del infierno al estrellato

En una esquina del juzgado, el fiscal estrella Jeff Ashton pasea taciturno. Niega con la cabeza. Masculla. En la otra esquina, el abogado José Baez esgrime una sonrisa que casi desencaja su mandíbula. El combate legal acaba con la campana del veredicto. El fiscal Ashton ya ha pedido jubilarse. El letrado puertorriqueño de 42 años ha cambiado su traje de picapleitos por otro a medida: el del estrellato.

«¿José, quién..?, dicen que exclamó Richard Hornsby, el presidente de los abogados de Florida al conocer el nombre del defensor de Casey. Su mayor 'fama' procesal era hasta entonces defender a las firmas 'Bikini.com' y 'Bon Bon', dos empresas de trajes de baño. Su infancia no fue fácil. Creció en el Bronx, fue padre a los 17 años y veterano de la Marina. Los tribunales le negaron la licencia para ejercer durante ocho años: por «mal ejemplo de su respeto al sistema legal» al no pagar la pensión alimenticia a la madre de su hijo. La consiguió en 2008. Justo para hacerse con el caso de Casey. Antes ya logró la absolución para una mujer acusada de secuestrar a un niño. «Donde la Justicia comienza», puede leerse en la puerta del despacho de Baez. Muchos dicen que ya ha cambiado 'Justicia' por 'fama'...