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Las artes escénicas, en el punto de mira de la UCA
El director teatral Carlos Callero pone el broche de oro a las actividades de verano con el Curso de Dirección Escénica y Dramaturgia Teatral
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl don de observar lo que acontece en la realidad circundante y moldear figuras y espacios que la reproduzcan está al alcance de unos pocos elegidos. Además a esta habilidad hay que sumarle la capacidad de emocionar y entrar en simbiosis con el público. Estos y otros misterios fueron ayer motivo de debate en la lección introductora del Curso de Dirección Escénica y Dramaturgia Teatral, a cargo del director de teatro Carlos Alonso Callero.
Una actividad que toma protagonismo esta semana en el edificio Constitución 1812 y que actúa como colofón de los Cursos de Verano de la UCA.
La escenografía teatral es un manantial de expresión que despierta el apetito de todos aquellos que sienten la necesidad de expresar.
Callero apuntó, durante su ponencia, algunas de las claves en la labor de búsqueda de la vinculación con el público. Para el creador, el juego de la temática en la lectura contemporánea es vital para dotar de fuerza un texto de cualquier época. «Lo bonito del teatro es que todo no sea ni blanco y negro . Lo interesante es que haya escala de grises», destacó el nobel director.
Y es que, si algo es esencial para conseguir emocionar es la complicidad. «Al público hay que engatusarlo. Yo prefiero lanzar polvos de estrellas a dar directamente un hachazo. Es primordial no subestimar la inteligencia del espectador», añadió el director. Este joven diseñador de escenas concibe las obras cómo «una escalera en la que en cada escalón hay que añadir tensión», culminó.
Pero no todo fueron palabras. Pronto tocó el turno de la acción. Y es que, en el teatro de poco sirve la teoría sin la práctica. En la segunda parte de la sesión Callero propuso una actividad más dinámica. Estableció diferentes grupos de trabajo con el objetivo de que cada uno elaborara una puesta en escena, es decir, una pequeña representación en la que demostrar sus dotes como escenógrafos y directores de teatro. Cada grupo tendrá la misión de montar una pequeña representación cada día a partir de un tema seleccionado por Callero.
La energía nuclear, la crisis económica, el hambre, el narcotráfico y el cáncer fueron las herramientas seleccionadas por el ponente como materia prima sobre la que trabajar en el proceso creativo. Una oportunidad de expresar y demostrar el valor profesional de aquellos que sueñan con alcanzar un nombre en el teatro.