Confusión sobre el estado de salud del expresidente egipcio Hosni Mubarak

La confusión se apoderó ayer de Egipto tras varias noticias contradictorias sobre el estado de salud del expresidente Hosni Mubarak. Según su abogado, Farid el Dib, el antiguo mandatario «se está muriendo» después de haber entrado en un coma profundo. La noticia se extendió como un relámpago, pero fue desmentida poco después por el director del hospital de Sharm el-Sheij en el que se encuentra Mubarak desde el pasado 12 de abril, quien afirmó que el dictador sufre periódicas recaídas pero que su salud «es estable».

El 'rais', de 83 años, tiene una cita con la Justicia el próximo 3 de agosto por las acusaciones que penden sobre él de corrupción y enriquecimiento ilícito y de haber ordenado el asesinato de opositores durante la revolución del pasado invierno. Por este motivo, no son pocos los que consideran que los rumores sobre su estado de salud no buscan otra cosa que evitar que se presente ante el tribunal.

El posible coma de Mubarak sorprendió a los egipcios en plena remodelación gubernamental. En un intento por calmar los ánimos de los manifestantes, que volvieron a invadir con sus tiendas de campaña la plaza Tahrir hace diez días, el primer ministro Esam Sharaf ha purgado el Ejecutivo de miembros vinculados al antiguo régimen, y presentó ayer a la junta militar un nuevo gabinete en el que solo sobreviven cinco carteras. Los cambios fueron recibidos con tibieza en el corazón de la revolución, donde muchos consideran que es el propio Sharaf el que debe decir adiós.