Mato destaca la «honradez» de Camps pero el PP no se pronuncia sobre su futuro
Barberá asegura que el presidente valenciano «está sufriendo mucho» mientras que uno de sus consejeros afirma que «está muy fuerte»
MADRID. Actualizado: GuardarLa templanza de Mariano Rajoy, que muchos de sus colaboradores destacan como una de sus principales virtudes, suele enervar a aquellos que reclaman más capacidad de reacción en situación extremas al líder de la oposición y más que probable, según señalan las encuestas, próximo presidente de España. Rajoy, fiel a esta mesura, mantiene su silencio pese al procesamiento de Francisco Camps, acusado de un presunto delito de cohecho impropio.
El líder del PP tiene hoy su primera aparición pública (un acto con alcaldes gallegos del PP en Santiago de Compostela) desde que se conoció el auto del juez Flors, en el que asegura que la trama 'Gürtel' pagó trajes a Camps «para ganarse su favor» como presidente de la Comunidad Valenciana. Rajoy mantendrá su apoyo a Camps, porque «sigue creyendo que será absuelto», según indicaron fuentes de la dirección nacional.
Lo que nadie se atreve a vaticinar es qué ocurrirá si, finalmente, el jurado popular declara culpable al presidente autonómico. La agenda del PP ha querido Ana Mato haya sido la primera dirigente de la cúpula popular en 'ponerse a tiro' de los periodistas tras conocerse el procesamiento de Camps.
La vicesecretaria general de organización y electoral del PP mantuvo ayer en Huelva su convencimiento de que el presidente valenciano es «una persona honrada». Esta es, por el momento, la posición que defiende públicamente el partido. Mato, no obstante, pisó terreno movedizo al asegurar que su formación confía en Camps «como también han confiado los valencianos que lo han votado mayoritariamente», ya que ha realizado «una magnífica labor en Valencia».
Con este análisis, la número tres del PP justificó de alguna manera que todo aquello que avalen las urnas está «santificado», más allá de los que pueda decir la justicia. Una interpretación que ya hicieron en días pasados representantes del PP valenciano y que merma los argumentos que esta formación utiliza, por ejemplo, para atacar a Alfredo Pérez Rubalcaba en relación con el 'caso Faisán'.
El estado del presidente
Mato volvió a exigir el cese del candidato socialista por la gravedad de los delitos relacionados con el sumario del chivatazo a ETA, un proceso en el que Rubalcaba no aparece como acusado, ni como testigo, aunque sí era el responsable del Ministerio del Interior cuando ocurrieron los hechos.
Francisco Camps, al igual que Rajoy, guarda silencio. Una de sus defensoras más férreas, Rita Barberá, volvió a terciar a favor del 'president'. La alcaldesa de Valencia confesó que estuvo el viernes «mucho rato» con Camps. «Evidentemente, el hombre está sufriendo», remachó.
Una sensación de abatimiento que no comparten los compañeros de Consell del político procesado. Serafín Castellano, consejero de Gobernación, aseguró que Camps «está muy fuerte» y, además, que su paso por el banquillo de los acusados «no va a cambiar nada» y que el Ejecutivo valenciano seguirá con su hoja de ruta hasta 2016.
También le llegan adhesiones desde más allá de las fronteras valencianas. José Antonio Monago, presidente de la Junta de Extremadura, defendió la presunción de inocencia de su compañero de partido e ironizó: «Hay gente que tiene vocación de sastre, y le quiere hacer un traje a Camps».
Indicó, asimismo, que si el PSOE insiste en arremeter contra Camps sin esperar a que haya sentencia firme, «es que no ha entendido el mensaje».