Confusión europea
Actualizado: GuardarEl presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy, consultó a los 17 países del Eurogrupo la posibilidad de de celebrar mañana una cumbre extraordinaria. La idea, que surgió mientras el dirigente de la UE visitaba Madrid, tenía como objetivo salir al paso de los episodios de alarmante volatilidad de la deuda soberana de Italia y de España y acercar posturas en las discordancias sobre el segundo rescate griego. La reunión se celebraría a última hora de la tarde, tras el cierre de los mercados y una vez publicadas las pruebas de solvencia de 91 entidades de crédito europeas. Pero ni siquiera la materialización de tal encuentro parece fácil de conseguir. Merkel está en África, Berlín ha negado que la cumbre esté convocada y ha comunicado que solo dará conformidad a la reunión si previamente se produce un acercamiento de posturas sobre el segundo paquete de ayuda a Grecia. Sarkozy se ha pronunciado a favor y la mayoría de los demás actores oscila entre la incredulidad y el escepticismo. Europa, zarandeada por la prodigiosa incompetencia de su clase política, está jugando con fuego. Cualquier error de cálculo puede ser fatal en este peligroso juego de forcejear permanentemente al borde del abismo.