Baltasar Garzón llega a la sede del Tribunal Supremo el pasado 1 de mayo. :: PAUL HANNA / REUTERS
'Gürtel'

El Supremo agiliza el juicio contra Garzón por 'Gürtel'

La Sala Penal tendrá que fijar la fecha de la vista oral por un delito de prevaricación por las escuchas carcelarias a los abogados

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo rechazó ayer las últimas pruebas presentadas por Baltasar Garzón para eludir su enjuiciamiento por las escuchas carcelarias en la investigación del 'caso Gürtel'. De un plumazo, la Sala de lo Penal ha desestimado cuatro recursos presentados por el juez y ha avalado punto por punto la instrucción del magistrado del alto tribunal Alberto Jorge Barreiro, que decidió abrir juicio oral a Garzón por un delito de prevaricación y otro contra las garantías constitucionales.

Con este auto, el Supremo da por cerrados todos los flecos pendientes antes de fijar la fecha del juicio oral. No obstante, la defensa de Garzón podría tener guardado un último as para retrasar el enjuiciamiento en tanto que cabe la posibilidad de recusar a los magistrados del tribunal juzgador como ya hizo en la causa de la memoria histórica, en la que logró cambiar a cinco de los siete componentes del tribunal por supuesta parcialidad.

El auto conocido ayer hace referencia a cuatro recursos de Garzón. El primero se refería a la petición del juez para que el instructor del 'caso Gürtel' en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Antonio Pedreira, declarara como testigo en la causa. El tribunal asegura ahora que esta petición «no acredita» que fuera determinante para levantar la imputación a Garzón, pese a que Pedreira avaló las escuchas carcelarias que dieron origen a este proceso.

Escuchas carcelarias

El segundo recurso desestimado se refería a las escuchas carcelarias, dado que Garzón siempre ha defendido que las intervenciones de las conversaciones entre los abogados y los cabecillas del 'caso Gürtel' fueron legales porque evitaron que estos pusieran a buen recaudo el dinero obtenido en sus presuntas acciones delictivas.

Siguiendo esta conexión, tampoco se acepta la declaración de los funcionarios policiales y jefes de la investigación de la trama corrupta, cuya labor dio origen a que Garzón abriera una causa en la Audiencia Nacional en febrero de 2009.

Finalmente, el tribunal que está presidido por el magistrado Juan Saavedra confirma su respaldo a la decisión del instructor del caso, Alberto Jorge Barreiro, de apreciar indicios de delito en la actuación del juez, que lleva trece meses suspendido de sus funciones por su próximo enjuiciamiento por prevaricación en la causa de la memoria histórica.

Jorge Barreiro consideró que Garzón decidió acceder «indebidamente» a las conversaciones confidenciales que ampara a los abogados y recoge el derecho a la defensa de los presos, y que le «resultó indiferente» que las mismas no tuvieran otro contenido «que aspectos nucleares sobre las estrategias de defensa», aseguró en un auto del pasado abril.

La legalidad o no de estas escuchas centrarán el debate jurídico en la vista oral que se celebrará próximamente en el Supremo, y que sentará a Baltasar Garzón en el banquillo de los acusados.