Los edificios exhiben carteles de peligro de derrumbe. :: L. R.
EL PUERTO

Urbanismo exige el derribo de las casas en ruinas con las que conviven los bañistas

Los propietarios de los edificios con peligro de desprendimiento en Fuentebravía no han atendido las peticiones del Ayuntamiento

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El área de Urbanismo del Ayuntamiento ha exigido a los propietarios de al menos dos edificios en Fuentebravía con peligro de desprendimiento que realicen reformas o bien que procedan a su demolición para devolver la normalidad a estos metros de servidumbre de protección. Las viviendas, a todas luces abandonadas, exhiben carteles en los que advierten del riesgo para los bañistas, que suelen colocar sus toallas a una distancia prudente.

El urbanismo agresivo que durante años se ha permitido en Fuentebravía sigue manifestando sus consecuencias negativas. A la fuerte erosión que sufre esta playa, en parte por la presencia de altos edificios de apartamentos que frenan el movimiento natural de la arena, hay que añadir el estado ruinoso en que se encuentran un par de casas desde hace más de un año, cuando sufrieron las consecuencias de los fuertes temporales que afectaron de lleno a esta playa.

Fuentes de la Demarcación de Costas indicaron que en su día dieron curso a sendos escritos dirigidos al Ayuntamiento y a la delegación provincial de Obras Públicas, pero consultado este ente descartaron sus competencias en este asunto y se las trasladaron a la delegación provincial de Medio Ambiente.

Desde esta administración negaron su responsabilidad sobre los edificios, y explicaron que su papel en estos casos se ciñe a informar de forma favorable o desfavorable sobre intervenciones en construcciones que se encuentren en un medio natural y a autorizar dichas obras, como es el caso de la colocación de escolleras para evitar que la arena penetre en las viviendas. Así las cosas el Ayuntamiento sí ha tomado cartas en el asunto, pero en vano.

Según las fuentes los requerimientos a los propietarios fueron efectuados durante la pasada legislatura, cuando Urbanismo se encontraba bajo la gestión de Patricia Ybarra. Pero estas peticiones no han dado sus frutos y los dos edificios, con fachadas de casi diez metros sobre la arena, siguen dañando la imagen de Fuentebravía y, lo que es más grave, poniendo en peligro la seguridad de los bañistas, ante la ausencia de una valla de separación que refuerce la seguridad al menos durante el verano.