El 'Bulgaria' avergüenza a Rusia

El barco ruso 'Bulgaria', que se hundió el domingo en el río Volga cerca del poblado de Siukéyevo (República de Tatarstán), iba muy sobrecargado, carecía de licencia para el transporte de pasajeros y tenía averiado uno de los dos motores disponibles. Los buzos han recuperado unos sesenta cadáveres, pero el balance total de muertos podría elevarse a 129.

La Fiscalía General rusa fue la encargada de informar ayer de las numerosas irregularidades observadas en la documentación de la embarcación siniestrada, entre ellas la ausencia de licencia para transportar personas. Tampoco estaba asegurada. Asimismo, el ministro de Protección Civil, Serguéi Shoigú, informó al presidente Dmitri Medvédev, que a bordo del 'Bulgaria' viajaban 208 personas, 50 más del límite establecido para ese tipo de navíos. Muchas de ellas no figuraban registradas oficialmente como pasajeros y había no menos de una treintena de niños, que se hallaban en un compartimiento para juegos de una de las cubiertas.

El número de supervivientes es de 79 y parece que la cifra va a ser inamovible. «Dudo que quede alguien con vida», le comunicó Shoigú a Medvédev durante una reunión en la que también participaron el fiscal general, y los ministros de Transporte y Sanidad. Al comienzo del encuentro guardaron un minuto de silencio.

Hundido en tres minutos

El barco estaba subarrendado y el armador y los arrendadores se echan ahora unos a otros la culpa de que no se subsanaran adecuadamente las deficiencias de la nave. Tatiana Komarova, jefa de los encargados de cubierta del 'Bulgaria' y una de las supervivientes, aseguró a la agencia Itar-Tass que el crucero zarpó escorado hacia estribor y el capitán decidió suspender la travesía, pero después cambio de idea, al parecer, debido a las presiones de la empresa fletadora.

El motor izquierdo estaba inutilizado y, al cargarse el combustible en el lado derecho, la embarcación navegó todo el tiempo inclinada. Fue precisamente por estribor por donde zozobró y volcó antes de hundirse en tan solo tres minutos hasta alcanzar una profundidad de veinte metros. Según el responsable regional de Protección Civil, Ígor Panshin, el agua entró de inmediato por las escotillas de la bodega, abiertas debido a que el navío carecía de aire acondicionado. El fuerte viento, la lluvia y el oleaje hicieron el resto.

Nikolái Chernov, uno de los que lograron salvar la vida, sostiene que, poco después de que el 'Bulgaria' se fuese a pique, dos barcos pasaron por la inmediaciones sin detenerse para ayudar a los que intentaban desesperadamente nadar hacia la orilla, situada a casi tres kilómetros. Él y otros supervivientes, según su testimonio, pasaron más de dos horas en el agua antes de ser rescatados por el crucero 'Arabella'.

Desde 1955, cuando el 'Bulgaria' fue terminado de construir en Checoslovaquia, no había sido sometido a ningún tipo de renovación de envergadura. Así lo puso de manifiesto Irina Tiúrina, portavoz de la Dirección de Turismo rusa. «Es uno de los pocos que navegan por el Volga que no ha sido objeto de una reparación general», afirmó. Hoy ha sido declarado día de luto nacional.