Economia

Lagarde insta a un acuerdo presupuestario en EE UU

Avisa de que la falta de consenso para elevar el techo de la deuda «tendría malas consecuencias para la economía mundial»

WASHINGTON. Actualizado: Guardar
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La nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió ayer de que un eventual incumplimiento de Estados Unidos a sus compromisos de deuda pondría en riesgo la estabilidad de la economía mundial, y urgió a los políticos estadounidenses a alcanzar un acuerdo presupuestario. En declaraciones a la cadena ABC News, la dirigente añadió que esta eventualidad «preocupa al FMI».

Si los políticos estadounidenses no logran un entendimiento antes de la fecha límite del 2 de agosto, esa falta de consenso puede disparar los tipos de interés, y suponer «un fuerte golpe para las Bolsas de todo el mundo», dijo. Y explicó que tendrá malas consecuencias, no solo para Estados Unidos, sino para toda la economía en general, «porque Estados Unidos es un actor muy importante y afecta mucho a otros países».

De todas formas, Lagarde afirmó que no espera que Estados Unidos termine en situación de suspensión de pagos ('default'), pese a las tensas negociaciones entre la Casa Blanca y los líderes republicanos para subir el límite superior de la deuda que EEUU puede asumir, actualmente situado en 14,3 billones de dólares. «No puedo imaginarme ni por un segundo que Estados Unidos caiga en el incumplimiento», afirmó la dirigente.

Abundó también en el contenido de sus primeras declaraciones, en las que colocó la crisis europea de la deuda y el elevado desempleo como las principales tareas.

Precisó que el paro afecta a muchos países, incluidos los EE UU, y se ha disparado como consecuencia de la crisis. Evocó el ejemplo de Alemania, donde la apuesta por la formación profesional y el aprendizaje han preservado al mercado laboral, e invitó a otros países a aplicar este modelo.

Interrogada sobre su antecesor, Dominique Strauss-Kahn, que dejó el puesto tras ser acusado de violar a la camarera de un hotel, la francesa Lagarde opinó que su compatriota había hecho «un excelente trabajo» al frente del FMI. «Sin embargo, cuando una institución pierde a su director general en tales circunstancias, sin duda quedan heridas», matizó. «Algunas personas se sienten muy tocadas, otras se sienten traicionadas. Es una extraña alquimia, hecha de frustración, irritación, a veces enojo, y a veces incluso una tristeza muy fuerte», reconoció.

A Lagarde se le ha pedido que extreme sus exigencias y a la hora de actuar al frente de la institución aplique los más estrictos principios éticos. La dirigente afirma no sentirse presionada por estos requerimientos, y ha desvelado su pauta de conducta. «¿Aprobaría mi madre este comportamiento?», confesó que se pregunta cuando le surgen dudas. De no ser así, es que algo va mal, considera. Y luego obra en consecuencia.