Alegría en el podio. Alonso celebra su victoria junto a Vettel y Webber. :: GERRY PENNY / EFE
Deportes/Motor

Ferrari descubre el camino

Los cambios en la dirección técnica, diseños más agresivos y la limitación de los escapes soplados impulsan al equipo

SILVERSTONE. Actualizado: Guardar
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Flavio Briatore amenizó la velada con una sentencia muy de su gusto. Había comenzado la temporada en Australia, Ferrari persiguió con la lengua fuera a Red Bull, y el magnate italiano lo dijo sin mayor miramiento. «Deberían pensar ya en la próxima temporada», soltó después de comprobar cómo había un segundo por vuelta entre el coche rojo y el energético. Sin llegar a ese extremo tan descarnado, Ferrari sí apreció esa indicación. Antes de la sexta carrera, en Mónaco, ya había descabezado a la cúpula que inventa los coches y había designado a uno de sus primeros espadas como promotor del monoplaza de 2012.

En realidad, la remodelación de Ferrari comenzó en el invierno, con la destitución del responsable de estrategia, Chris Dyer. El hombre que decretó la parada fatal de Fernando Alonso en Abu Dhabi y que perdió el título mundial en la maniobra. Desde entonces la influencia creciente del exingeniero de McLaren Pat Fry ha sobrevolado sobre Ferrari.

Si Ferrari tiene a Alonso, Red Bull tiene a Adrian Newey, el gurú de las ideas mágicas y el lápicero demoledor. Y desde hace tiempo ha cuajado la sensación de que Ferrari pecaba de conservador en el diseño de sus coches. La italianización del equipo, vigente desde 2007 cuando se retiró Schumacher y todo el elenco de asesores que lo elevaron al trono, se estancó en términos de progreso de ideas.

Ferrari copiaba bien las soluciones de otros, pero no aportaba grandes novedades en conceptos de ingeniería e interpretación del reglamento.

Y por ahí cayó Aldo Costa, el jefe de diseño de Ferrari nombrado por Stéfano Domenicali. El mismo Domenicali fue el encargado de cortar su cabeza antes de la sexta carrera de esta temporada. Destituido el entrenador, la nueva dirección técnica de Ferrari quedó en dividida en tres sectores: el chasis para Pat Fry, la producción para Corrado Lanzone y el motor y la electrónica para Luca Marmorini. Se buscó, según dijo Domenicali, «una nueva metodología de trabajo».

Con el nuevo técnico en el banquillo ha cambiado el clima laboral, según cuentan en la escudería italiana. Dicen que hay otro espíritu, otro clima de trabajo más positivo y menos derrotista en una casa que se precia de liderar la Fórmula 1.

La realidad de los números expresa que Ferrari ha mejorado sustancialmente en las cuatro últimas carreras, Mónaco, Canadá, Valencia e Inglaterra. En Mónaco, Alonso luchó por la victoria. En Canadá marcó ritmo de carrera de Vettel, en Valencia se incrustó entre los dos Red Bull y ayer venció. Una progresión que los portavoces de Ferrari atribuyen a un método más innovador. Entre eso y la prohibición de los escapes soplados que penalizaban a Red Bull, Ferrari ha encontrado el camino para, al menos, discutir de tú a tú con los coches energéticos.