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El pago de un piso de lujo al ministro de Economía desvela otro escándalo
El alquiler de la vivienda romana de Tremonti corre a cargo de un diputado de su partido acusado de corrupción
ROMA. Actualizado: GuardarEn Italia hay casi un escándalo diario con las continuas revelaciones, entre otras, de la investigación sobre la P-4, una red ilegal de intercambio de información y favores en el mundillo berlusconiano, en el que la Fiscalía ha pedido al Parlamento el arresto de Alfonso Papa, diputado del PDL. Ayer, por sorpresa, surgió otro caso que salpicó nada menos que a Giulio Tremonti, el todopoderoso ministro de Economía. Su máximo hombre de confianza durante los últimos diez años, Marco Milanesi, diputado del PDL, ha sido acusado de corrupción por repartir poltronas e información reservada de juicios a cambio de dinero, regalos y favores. Cosas como relojes de oro, un Ferrari y fines de semana en Nueva York con su novia.
Pero lo más delicado es que también él, dentro de este esquema, era generoso con Tremonti. Los fiscales de Nápoles, que también han pedido el arresto de Milanesi, han descubierto que cuando está en Roma el ministro se aloja en un lujoso apartamento alquilado en el centro de 8.000 euros al mes. Pero se lo paga Milanesi. Tremonti reaccionó la noche del jueves de forma seca. Anunció que dejará de inmediato la vivienda y aseguró que su única casa está en Pavía, donde reside: «Para tres noches que paso en Roma a la semana desde hace más de quince años siempre he tenido soluciones temporales, hasta que he aceptado la oferta de Milanesi».
Caso 'la Cricca'
El caso recuerda al escándalo de hace un año de 'la Cricca', la mafia de empresarios que controlaba la adjudicación de obras de Protección Civil con regalos a políticos. Llevó a la dimisión del ministro de Desarrollo Económico, Claudio Scajola, a quien compraron un piso con vistas al Coliseo. Según Scajola, en un célebre pretexto de antología del humor, fue «sin su conocimiento».
Tremonti, que mantiene diferencias cada vez más ásperas con Berlusconi por su empeño en recortar gastos y no bajar impuestos, lleva una semana infernal, dentro del caos del Gobierno. Anuló la rueda de prensa para presentar un duro ajuste económico al descubrir que Berlusconi había colado una ley para evitar la sentencia del caso Mondadori, que luego retiró. Ayer 'Il Cavaliere' dijo de él con desprecio que «se cree un genio», mientras a Tremonti un micrófono abierto le pillaba llamando «cretino» al ministro de Administración Pública, Renato Brunetta.
Pero el asunto es serio. Dentro de este circo, Tremonti es para los mercados la única referencia de rigor en las cuentas, y su debilitamiento ayer fue uno de los factores que desencadenó un nuevo y severo ataque especulativo en la Bolsa italiana, que cerró con una caída del 3,47%.