ESPAÑA

Aznar denuncia que igualar víctimas y asesinos «no será la paz; será la vergüenza»

Mayor Oreja augura que el Gobierno y la banda pactarán la legalización de Sortu y que Otegi sea candidato a lehendakari

MADRID. Actualizado: Guardar
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El tono que empleó ayer José María Aznar para referirse a la situación política en el País Vasco sonó a moderado, y no por falta de contundencia sino porque habló tras Jaime Mayor Oreja, quien elevó el listón de los augurios al asegurar que el Gobierno no solo «negocia» con ETA sino que habría suscrito «alianzas estratégicas» con ella.

Ambos, que intervinieron en la presentación del libro 'En la mitad de mi vida', de María San Gil, coincidieron en señalar la «gran mentira» que supone hablar de dos bandos en el País Vasco con «asesinos y víctimas» que haya que medir por el mismo rasero. Aznar no mencionó a José Luis Rodríguez Zapatero ni a Bildu, pero acusó a los «instrumentos de ETA» de intentar borrar la memoria de las víctimas nada más aterrizar en las instituciones vascas. Abogó, por ello, por evitar cualquier confusión entre «víctimas y victimarios» para dejar sin argumentos a los que hablan «cínicamente de reconciliación». Aznar calificó de «crueldad» pedir a las víctimas que reconozcan «en sus asesinos un valor equivalente al del sacrificio de sus hijos, de sus maridos o de sus padres». Se mostró convencido que si esa igualación se produce algún día «no será la paz; será la vergüenza» para España.

Más incisivo se mostró Mayor Oreja, único representante de la actual dirección nacional del PP en un acto al que también acudieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y los exministros Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, entre otros. El presidente del grupo popular en el Parlamento europeo ya no se contenta con defender la teoría de que el Gobierno y ETA «siguen negociando», ahora asevera que el Ejecutivo socialista y la banda terroristas comparten una «alianza de estrategias» que va más allá de las elecciones del 22 de mayo y que, a su juicio, propiciará la legalización de Sortu, la candidatura a lehendakari de Arnaldo Otegi «y un cambio en la política penitenciaria que nos helará el corazón a todos».

Achacó la «fotografía cruel del enloquecido mapa político del País Vasco» a una «crisis moral» de la sociedad española. Para el exministro del Interior, el hecho de que las tres diputaciones forales y el gobierno autonómico estén gobernados por Bildu, PNV, PP y PSOE son la «expresión máxima del desorden» y el mejor ejemplo de la «falta de cohesión» en el País Vasco. Recomendó, asimismo, que sea un psiquiatra quien revise este mapa político.

Mayor Oreja fue más allá y alertó de que con este presunto proceso negociador, además de romperse el «constitucionalismo vasco», los terroristas logran una vanguardia y retaguardia «no ya en dos siglas ETA-PNV, sino de dos territorios, Gipúzcoa para ETA, y Vizcaya para el PNV».