Economia

Moody's enfurece a Europa al rebajar drásticamente la calificación de la deuda lusa

La Unión Europea carga contra las agencias de 'rating' por castigar a Portugal a destiempo y con planteamientos «hipotéticos»

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Moody's desató ayer la furia en Europa tras recortar por sorpresa la nota de la deuda de Portugal. La UE cargó con dureza contra la agencia por basarse en «escenarios hipotéticos» para degradar los títulos lusos hasta el nivel de los bonos basura. Alemania destacó en el coro de críticas al apostar por limitar el poder del «oligopolio» que domina las calificaciones de empresas y países. La cornada de Moody's reaviva el pulso de los socios comunitarios con las firmas de 'rating' después de varias decisiones muy controvertidas que han zarandeado a los países más débiles de la Eurozona.

La agencia norteamericana, que rivaliza con Standard & Poor's por el liderazgo del mercado de calificaciones, anunció anteanoche que rebajaba de golpe cuatro escalones la nota de la deuda portuguesa. Moody's esgrimió como argumento principal sus dudas sobre la capacidad de Lisboa para reducir el déficit.

Incluso, sugirió que el país podría seguir los pasos de Grecia y necesitar un segundo rescate. Los bonos portugueses habían sido degradados a principios de abril después de que el Gobierno anunciara que pediría ayuda a Europa ante el acoso de los mercados.

La UE montó ayer en cólera porque desde que Lisboa lanzó el SOS en primavera no ha habido ningún indicio negativo. Más bien todo lo contrario. Tras las elecciones anticipadas de primeros de junio, el conservador Pedro Passos Coelho se hizo con las riendas del Gobierno. El nuevo primer ministro se comprometió a fondo con las reformas pactadas con Bruselas y se ha esforzado por intentar desmarcar a su país de la situación de Grecia. Como ejemplo de su lucha contra el déficit, la semana pasada anunció un impuesto extraordinario del 50% sobre la paga de Navidad a todos los trabajadores que superen el salario mínimo de 485 euros.

«No solo es cuestionable el momento, sino que se han basado en escenarios hipotéticos», lamentó el portavoz Olli Rehn, comisario de Economía, poco después de conocerse el golpe de Moody's. A su juicio, la rebaja de la nota supone «un desafortunado episodio que vuelve a poner en duda el comportamiento de las agencias y su clarividencia». El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, mantuvo el mismo tono crítico y recordó que las firmas de 'rating' «no son inmunes a los errores o las exageraciones». «La decisión solo añade un elemento de especulación», remarcó. Alemania, que desde el inicio de la crisis ha marcado muy de cerca a las economías periféricas, también salió en defensa de Portugal. El ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, abogó por «limitar» el poder del «oligopolio» que reina en el mercado de las calificaciones. Standard & Poor's, Moody's y Fitch determinan el nivel de calidad del 90% de los productos financieros mundiales tanto públicos como privados. Las 'tres grandes', como se les conoce en el sector, no logran alejarse del punto de mira desde el 'crash' de 2008. Nadie olvida que dieron notas de sobresaliente a los títulos tóxicos que desencadenaron la crisis.

El sopapo de Moody's vuelve a tensar las relaciones entre la UE y las agencias de 'rating' en un momento crítico. Los socios comunitarios negocian actualmente la implicación de los bancos en el segundo rescate de Grecia.