Christine Lagarde saluda al director suplente del FMI, John Lipsky, a la derecha, y al decano del consejo ejecutivo del organismo, el egipcio Shakour Shaalan. :: M. REYNOLDS / EFE
Economia

Lagarde cobrará 323.000 euros al año

La situación griega es la prioridad máxima de la dirigente, que se ha comprometido a tratar con igual rigor a los países de la zona euro El FMI pide a su nueva directora los más exigentes estándares de conducta y ética

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Mes y medio después de la estrepitosa dimisión de Dominique Strauss-Kahn, el Fondo Monetario Internacional dio ayer por cerrada la peor crisis de su historia con la toma de posesión en Washington de Christine Lagarde como nueva directora de la institución. Cobrará anualmente más de 323.000 euros al año, un 11% más que su antecesor en el cargo. Sin mucho margen para la pompa, Lagarde se sumergió desde el primer minuto de su mandato en una intensa sesión de reuniones donde la crisis financiera en Grecia ocupó lo más alto de su agenda.

La primera mujer en asumir el puesto dio prioridad a una reunión con los empleados del Fondo, a quienes prometió trabajar duro para superar el difícil periodo que atraviesa el organismo. «Sé que los recientes acontecimientos no han sido particularmente agradables para ninguno de vosotros ni para la institución en su conjunto», afirmó Lagarde en un correo electrónico. «Trabajaré intensamente para superar ese mal trago y asegurarnos de que concentramos nuestros esfuerzos en la dirección correcta».

Consciente del enorme daño causado por el escándalo sexual protagonizado por DSK, la institución ha dado a entender que se halla inmersa en un periodo de profundas reformas, las más urgentes las relacionadas con el desempeño de su máximo representante. A Lagarde se le sube el sueldo de manera sensible, hasta 467.940 dólares (323.234 euros) al año, un 11% más que su predecesor. Pero también tendrá que responder a unos estándares de conducta y ética más exigentes. «Debe esforzarse por evitar incluso cualquier apariencia de cualquier falta de propiedad en su conducta. También deberá evitar cualquier conflicto de interés o la apariencia de dicho conflicto», reza en términos muy estrictos la letra pequeña de su contrato, que la obliga además a participar en lo que el FMI denomina programa de entrenamiento ético.

Incertidumbre

Entre los temas estrictamente económicos que requerirán la atención de Lagarde, el memorándum preparado por el Consejo Ejecutivo del organismo destaca la elección de políticas que contribuyan a la recuperación global así como afrontar la compleja crisis de la zona euro. «La economía global está sacudida por la continua incertidumbre en Europa, la inestabilidad en Oriente Próximo, las señales de recalentamiento en algunas economías emergentes y la subida de los precios, que supone un reto particular para los países de bajos ingresos», desgranó el Fondo Monetario Internacional en un comunicado dando a entender que se requieren acciones decisivas para evitar una recaída en la recesión.

Por sus graves repercusiones a corto plazo, la crisis económica en Grecia eclipsa cualquier otra prioridad. De entrada, el país heleno espera recibir 12.000 millones de euros de la Eurozona y del FMI en torno al 15 de julio, después de la aprobación de los ministros del quinto tramo de la ayuda prevista en el paquete de rescate financiero de 110.000 millones de euros acordado el pasado año. Según el calendario de pagos acordado en mayo de 2010, la parte que deberá asumir el FMI para este nuevo tramo es de 3.300 millones.

En la crisis griega, Lagarde pasa prácticamente sin transición de un lado al otro de la mesa: del de la zona euro, como exministra francesa de Finanzas, al del FMI. Sin embargo, tras su elección prometió tratar a los países de la Eurozona con el mismo rigor que al resto de los estados miembros.

La francesa Christine Lagarde, de 55 años, que hizo carrera como abogada de negocios en Estados Unidos antes de ser ministra de Economía y Finanzas, se ha convertido en la primera mujer al frente del FMI, gracias a una reputación internacional labrada en la crisis.

Después de la caída de Dominique Strauss-Kahn, el presidente francés Nicolas Sarkozy decidió apoyar la candidatura de esta mujer elegante de cabellos grises, muy apreciada por la prensa anglo-sajona, a pesar de un embarazoso caso judicial que podría causarle problemas en Francia. La justicia se pronunciará el 8 de julio sobre una eventual investigación por abuso de autoridad contra Lagarde.