
Los taquillazos de la SGAE
Hasta el himno de España pasa por caja. La SGAE se lleva al año casi 50 millones en derechos. Lo cañí arrasa: 'Paquito el chocolatero', 'Macarena'...
Actualizado: GuardarGustavo Pascual Falcó andaba fastidiado en aquel asfixiante verano de 1937. De salud endeble y enfermizo desde niño, apenas la brisa fresca de la sierra de Mariola, en Cocentaina (Alicante), aliviaba sus sofocos. Su otro refugio era la música. A los 10 años el clarinete era casi más grande que él. Pero 'Gustavito' era titular indiscutible del instrumento en la banda del pueblo. Aquel bochornoso verano, mientras descansaba de su oficio de cortador de piel para calzado en una casita de campo de la familia de su mujer, su trémula salud no le impedía tararear sin cesar varias melodías. Debía componer un pasodoble para los Moros y Cristianos. Y dudaba entre tres. Decidió pedir consejo a su cuñado, su amigo. Francisco Pérez Molina. Paquito. «Escoge una. Y la que tú decidas, le pongo tu nombre», le espetó Gustavo a Francisco, hijo de un vendedor de chocolates. Francisco escuchó los tres temas. Y no lo dudó. «Esta».
Nacía 'Paquito el chocolatero'.
«Si Spielberg rodara una película de corte mediterráneo, 'Paquito el chocolatero' sería su banda sonora». A Teddy Bautista se le llenaba la boca con uno de sus 'niños bonitos' hace ahora un año. Estos días no anda para risas y mucho menos para cantes cañís. Ayer volvió a su despacho de la Sgae, pero (más allá de un comunicado de inocencia colgado en la web) el máximo responsable de la vituperada entidad no ha dicho aún esta boca es mía en torno a su detención y el supuesto desfalco de cuatro millones de euros... euros contantes y sonantes, como los 365 millones que la Sgae gestionó el año pasado de los derechos de autor de sus algo más de 100.000 asociados (el 82%, del sector musical). Si hablamos de cantidades 'legales', hagan cuentas. La Sociedad de Autores no da cifras, pero reconocen cobrar «entre el 9 y el 14% para cubrir gastos». O sea que solo el año pasado, Bautista y sus chicos se llevaron un pellizco de entre 14 y 51 millones de euros en materia de gestión y reparto de los derechos de autor. Ellos, contentos y los autores, en general, también.
Y entre los pelotazos de la Sgae sigue casi un siglo después 'Paquito el chocolatero'. Entre 2000 y 2007 no hubo otra canción más interpretada en bodas, verbenas y otras jaranas populares. Ni 'triunfitos', ni Sabinas ni Alejandros Sanz destronaron a la pieza de Pascual Falcó. Ni siquiera en el podio. Los otros dos puestos de honor son para pasodobles no menos atronadores en las pachangas de verano: 'Islas Canarias' y 'Viva el pasodoble'.
La Sgae dice que los clásicos «siguen igual», pero no aporta datos de los últimos tres años. Difícil comprobar así si 'Paquito' prosigue su marcha triunfal. Y flaco favor al compromiso número 1 que la entidad colgó en su web como arma ante su mala imagen de recaudadores de impuestos (para muchos ganada a pulso con decisiones como cobrar derechos a 800 festivales benéficos al año): «Se reforzará la comunicación con información directa y continua». Como ponía en las notas del cole de antaño, NM: Necesita Mejorar.
Las notas de 'Paquito' son conocidas en 32 países del mundo, solo las Fallas valencianas tienen que abonar miles de euros por su masiva interpretación (la Sgae contestó que 'pincharan' a Mozart si no querían pagar...) y se baila igual para cosechar un récord mundial en las fiestas de Bayona (Francia) que para acompañar el 'catering' de una multinacional en la Gran Manzana neoyorquina. Así lo demostró un documental sobre 'Paquito el chocolatero' estrenado en 2010, el mismo en el que Teddy Bautista ensalzaba los prodigios de su 'niño'.
La obra 1.026
Lo cañí no pasa de moda. Hasta a Justin Bieber le 'mola'. El 'principito' del pop no dudó hace dos meses en marcarse la 'Macarena' en pleno escenario en Barcelona. El bombazo de Los del Río es otra de las niñas mimadas de la Sgae. La suya fue la tercera canción española en entrar en las listas de éxitos estadounidenses tras 'Eres tú' de Mocedades y 'El himno a la alegría' de Miguel Ríos (ni Beethoven ni sus descendientes vieron un chavo por la versión, pues los derechos de autor caducan a los 80 años de la muerte del creador). Hasta un gorila 'made in Taiwan' bailaba a su ritmo. Y entre 'royalties' y derechos de autor hace tiempo que 'Macarena' se fue por encima de los 12 millones de euros de beneficios. Otro pelotazo para la Sgae. Aunque no todo es negocio. Hay autores que donan sus derechos. El propio Miguel Ríos cedió hace casi diez años los suyos de 'Vuelvo a Granada' a su ciudad natal. El Ayuntamiento de Granada percibía unos 600 euros anuales por este concepto. Un detalle.
«Ni el Himno de España se libra de pasar por caja». Parece un chascarrillo de Twitter. Pero es real como la vida misma. La Marcha Real, el himno de todos los españoles, también está sujeto a derechos de autor. Los archivos de la Sgae le dan un nombre mucho menos ceremonial. 'Obra 1.026'. Los actos oficiales están exentos de pago. Pero unos 15.000 euros van a parar anualmente a las arcas de la Sociedad de Autores por el himno. El dueño, obviamente, es el Gobierno. Aunque no es tan obvio. Hasta 1997, cuando el Estado pagó 120 millones de pesetas, los derechos estaban en manos de los herederos de Bartolomé Pérez Casas, el primer director de la Orquesta Nacional y compositor. Solo entre 1990 y 1992, los causahabientes se embolsaron 15 millones de pesetas por interpretaciones de la Marcha Real. ¿Y el Gobierno hace caja? Claro: la cifra ronda los 200.000 euros desde que 'compró' el himno de España.
Cobrar por tararear
Hasta el 'bombazo' de 'Macarena', esponsorizado incluso por las caderas del presidente Bill Clinton, el líder indiscutible en derechos de autor era un melancólico estribillo que brota en la mente de cualquiera con solo escuchar su título. 'El Concierto de Aranjuez', creada en 1939 por el maestro valenciano Joaquín Rodrigo, sigue siendo considerada por la Sgae como «la obra española que más derechos ha generado en el siglo XX». Tiene medio centenar de versiones, y a juzgar por las ventas, el guitarrista Paco de Lucía es quien borda las notas del maestro de Sagunto. Quizás buena parte de culpa la tenga el furor que esta obra causa en Japón. Los nipones no solo se chiflan por el flamenco y la gastronomía patria. En el gigante de Oriente Próximo, 'El Concierto de Aranjuez' es la obra de la Sgae más rentable. Y no anda muy lejos de sus gustos otro éxito cañí. El 'Aserejé' de Las Ketchup, aquella veraniega canción de estribillo 'trabalengüico', sigue pegando fuerte en Japón.
La consigna de la Sgae es clara. Apretar el gaznate en materia de cobro de derechos de autor y lucha sin cuartel contra la piratería. Solo así han conseguido que los ingresos de los artistas (y los suyos propios) crecieran por esta materia el año pasado. En el otro lado, el de las ventas, la batalla está cruda. España sigue siendo líder en descargas pirata por internet ('El Run Run', el de Estopa y Rosario, fue el tema más 'bajado' en 2010). La recaudación en el mercado digital se desplomó hasta un 32% (de 3,7 a 2,4 millones). Y el batacazo fue morrocotudo en un ámbito en el que la Sgae tenía muchas esperanzas: los politonos para móviles. La piratería también sacó aquí tajada y las ganancias pasaron de dos millones... a poco más de 600.000 euros.
«La Sgae va a cobrar por tararear canciones por la calle». Parece otro chascarrillo de Twitter. Este sí lo es... Pero algunas de las 'abusivas' actuaciones de la entidad han disparado los escarnios sobre su particular manera de actuar. En Roquetas de Mar (Almería), la presión social les hizo desistir de cobrar 5.000 euros de un concierto benéfico de Bisbal para recaudar fondos para Juanma, un niño de seis años con síndrome de Alexander. Pero el puñado de vecinos de Torrechiva, en Castellón, aún hace cuentas sobre cómo pagar los 3.000 euros que hace seis meses les exigió la Sgae por las fiestas de los últimos cinco años.
Lo de tararear aún suena a chiste, pero no tanto... Miren los alemanes. Allí, la equivalente a la Sgae ya estudia cobrar a las guarderías por versionear las canciones que cantan los churumbeles. Menos mal que 'Paquito el chocolatero' no tiene letra...
Difícilmente puede haber una canción que se interprete más veces al día en todos los confines del mundo. Cambia el idioma, pero la melodía es la misma. Y también el dinero de la caja de sus derechos de autor. El 'Happy birthday' en el mundo anglosajón, el 'Cumpleaños feliz' para los castellano parlantes, está considerada por el récord Guinness como la canción más popular del planeta. Y también tiene derechos de autor (hasta 2030 en Estados Unidos y hasta 2016 en Europa) Siempre que no se utilice en la intimidad del hogar (o sea, casi siempre), su entonación pública pasa a engrosar las arcas de los herederos de las hermanas Hill.
Mildred y Patty, maestras de Louisville (Estados Unidos), tuvieron la millonaria idea allá por 1912. Por aquel entonces la canción se llamó 'Good Morning to all' (Buenos días a todos), repetida con el mismo tono y cadencia que la fanfarria del cumpleaños. Hasta que en 1935 la registraron como 'Happy Birthday to you'. Cada año, sus herederos reciben la friolera de dos millones de dólares. Solo están exentas de pago las celebraciones familiares. Aunque ni Marilyn Monroe ni John F. Kennedy pagaron tampoco ni un centavo por el 'Happy birthday' más tórrido de la historia.