El presidente del Senado afirma que los del 15M «son de los míos»

«Los que estaban en el 15M son de los míos». Ningún socialista había llegado tan lejos en públicos al proclamar su afinidad con el movimiento de los indignados como lo hizo ayer el presidente del Senado, Javier Rojo. La máxima autoridad de la cámara alta admitió que hay «una desafección muy real, creciente y preocupante» hacia la política y sus protagonistas, pero advirtió que «sin política» las consecuencias de la crisis hubieran sido más perversas para los ciudadanos.

Es evidente que «en algo estamos fallando» los políticos, aunque también es cierto que «sin la política el escenario sería infinitamente peor», dijo Rojo en el curso 'Políticos y opinión pública' organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios y la Universidad Rey Juan Carlos. El presidente del Senado consideró que los líderes de los partidos a la vista de la reacción social deberían ser los primeros interesados en dotar de «transparencia» a sus organizaciones.

Rojo dijo compartir con el movimiento 15M la incomprensión por la hegemonía de los mercados en la vida de los países ni tampoco las operaciones de rescate a la banca para que después sus directivos cobren bonus. «No es de recibo», añadió, que organismos internacionales que «no responden ante nadie» no asuman responsabilidades por sus errores.

Hecha esta consideración, salió en defensa de los parlamentarios y rechazó que sean unos «privilegiados» ya que España es el país del mundo con «más actividad parlamentaria» dado que sus vacaciones están limitadas a agosto y enero.