crisis industrial

La Junta arranca a Visteon el compromiso de negociar un acuerdo con la plantilla

Los ejecutivos de la compañía argumentan la inviabilidad de la planta gaditana por sus pérdidas, falta de competitividad y altos costes de producción

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El cierre de la planta gaditana de Visteon no será, de momento, inmediato. A partir de ahora se prevé la apertura de un proceso de negociación entre la dirección de la empresa y la plantilla para buscar una solución al conflicto. La Junta ha arrancado este compromiso a los dos ejecutivos de la multinacional norteamericana que ayer acudieron a la reunión celebrada en Sevilla con representantes del gobierno regional. La empresa dará la respuesta el lunes.

La cita de ayer estuvo gestionada por el delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, y contó con la asistencia del viceconsejero de Empleo, Justo Mañas, y la delegada provincial de Innovación, Angelines Ortiz. Por parte de la empresa acudió el director global de Fabricación, con sede en el Reino Unido, y el máximo responsable de Recursos Humanos de la compañía en Europa. Ambos explicaron los motivos del cierre de la planta de El Puerto con ayuda de una intérprete. Además, también asistieron a la reunión dos asesores jurídicos del despacho de Garrigues, que tienen delegada la competencia de la gestión para la extinción de la planta, como ya hicieron en su día con Delphi.

La reunión se celebró en la Consejería de Empleo y duró casi dos horas. Los ejecutivos de Visteon explicaron durante 60 minutos los motivos del cierre y argumentaron la inviabilidad de la planta con abundante documentación, que no entregaron a la Junta. La medida obedece a la falta de competitividad, la situación financiera, las pérdidas, la caída de las ventas y los altos costes laborales que supone su producción.

Los responsables de la Administración regional escucharon los argumentos de la empresa y al término de la alocución exigieron el cumplimiento de la normativa laboral vigente. En este sentido, Bouza subrayo en una multinacional no se puede marchar sin explicaciones y sin cumplir los requisitos mínimos que exige la ley.

Cabe recordar que Visteon anunció el cierre de la planta por sorpresa el pasado jueves y, desde entonces, no ha dado explicaciones y lo más grave, ha cortado los suministros en la factoría. En este punto, la Junta también ha sido clara. La delegación de Empleo ha puesto en conocimiento de los ejecutivos de Visteon que el proceso de negociación implica la vuelta a la normalidad de la planta hasta que se llegue al acuerdo. Visteon desconectó los servidores informáticos con la sede de Estados Unidos el mismo día que anunció el cierre y devolvió el suministro justo al día siguiente cuando se personó la Inspección de Trabajo. No obstante la plantilla denuncia que los servicios se han restablecido con limitaciones. Igualmente, se tiene constancia de que la producción de componentes electrónicos para la automoción que se desarrollaba en la factoría de El Puerto ha sido trasladada a las plantas de China, Hungría y Portugal.

Bouza adelantó ayer a este periódico que la Inspección de Trabajo entregará la próxima semana su informe donde reflejará si Visteon ha cumplido con la legalidad vigente durante los últimos siete días.

La Junta mantiene cautela con el caso Visteon y no quiere crear falsas esperanzas. Bouza indicó al respecto que un proceso de negociación entre las partes suele ser amplio y largo. Uno de los casos más recientes en la Bahía fue el de Delphi, donde se fijó una hoja de ruta para la extinción de la actividad de la planta con un acuerdo de prejubilaciones y un compromiso de recolocación. El delegado de Empleo comentó que el proceso de negociación supone la presentación de planes sociales para la plantilla, la aplicación de u ERE o un ERTE y, la aceptación, del proceso de la autoridad laboral. En resumen, «el proceso que se abra no es otra cosa que llegar a un acuerdo con la plantilla sobre el futuro laboral de la planta». La Junta se ofrece a mediar en el conflicto y llegar a un acuerdo.

Visteon ha optado por terminar su relación con la Bahía después de 20 años de presencia. Deja en la calle a 396 trabajadores cualificados.