La consulta electoral acentúa la división del islamismo
Actualizado: GuardarLas reformas constitucionales que deben votar hoy los marroquíes convierten al reino alauí en un Estado musulmán. Sin embargo, el islamismo del país magrebí llega dividido a la consulta en las urnas, con la principal formación política religiosa, el Partido Justicia y Desarrollo (PJD) a favor de las modificaciones de la Carta Magna, y la mayor organización islamista -ilegalizada-, Al Adl wal Ihsan (Justicia y Caridad), que se ha posicionado ferozmente en contra.
Esta última ha sido fundamental para movilizar grandes cantidades de personas en las manifestaciones que se han llevado a cabo casi cada domingo desde el pasado 20 de febrero. Como señalaba su líder, Nadia Yasín, a este diario, la nueva Constitución otorga «unos derechos fantasiosos al rey y su familia que garantizan la arbitrariedad».
Grupos salafistas, los principales afectados por la oleada de detenciones practicadas -muchas de ellas sin motivo- que han abundado desde el inicio de la lucha contra el terrorismo internacional, se han unido también a las protestas.
Sin embargo, tanto la Zauiya Budchichía, una hermandad sufí, como responsables religiosos de la talla del jeque Mohamed Maghraui, que encabeza la asociación Predicación por la Suna y el Corán, han movilizado a sus bases a favor de las enmiendas.
El régimen marroquí, que cuenta con un Ministerio de Asuntos Religiosos dominado por el monarca, que es además el comendador de los creyentes, ejerce un control férreo sobre los imanes que cada semana se dirigen a los fieles en las principales mezquitas del territorio norteafricano.
Estos jeques hicieron campaña el pasado viernes por el 'sí', ya que «asegurará que Marruecos continúe fiel a sus raíces religiosas». Estos sermones, no obstante, «no son actos políticos», tal y como señaló esta misma semana a AFP Mohamed Rauandi, miembro del Consejo de los Ulemas.