Un nuevo robo pone en evidencia la inseguridad en la Laguna de Torrox

Sucedió a plena luz del día (a las 17.00 horas) y fue cometido presuntamente por dos chicas jóvenes. El botín no fue muy suculento y el robo no dejaría por tanto de ser uno más, si no fuera porque el escenario ha vuelto a resultar una de las zonas más castigadas por los cacos. La urbanización Laguna Golf, dentro del selecto grupo de promociones de la Laguna de Torrox, sufrió la pasada semana otro robo en una vivienda perteneciente a la constructora. Así lo confirmaron a este medio fuentes de la investigación, explicando que las dos jóvenes fueron detenidas casi en el acto gracias a la denuncia de unos trabajadores de una vivienda cercana.

Según estas fuentes, las chicas entraron trepando por la verja de la casa y, una vez dentro, rompieron la cerradura de la cancela de hierro que da a la cocina. En el interior del inmueble, sustrajeron efectos de escaso valor (hay que tener en cuenta que se trataba de un piso piloto) y fue a la salida del mismo cuando las vieron los testigos que avisaron a la Policía.

Los agentes las atraparon al momento y ya en Comisaría comprobaron que una de ellas, a pesar de su corta edad, contaba con un amplio historial delictivo. Las dos pasaron a disposición judicial, por un presunto delito de robo con fuerza. Los vecinos de la zona no han tardado nuevamente en mostrar su preocupación por el hecho de que la vigilancia policial sea prácticamente inexistente, como han corroborado las fuentes consultadas por este medio.

Seguridad privada

Las urbanizaciones de la Laguna de Torrox están ciertamente alejadas del casco urbano, a lo que se añade la oscuridad que soportan sus calles cuando cae el sol. Ello las ha convertido en blanco relativamente fácil para los delincuentes, por lo que algunas promociones se han planteado el contratar seguridad privada. Lo que ocurre es que ello encarece con mucho lo que pagan de comunidad y la mayoría no está por la labor de afrontar esos gastos.

Hace solo unos meses, la Policía detuvo a un menor que perpetró hasta cinco robos en Guadabajaque en compañía de otro adolescente, en tan solo una semana. En esos casos, los chicos acechaban en la parte más escondida de la urbanización durante la mañana y aprovechaban que los inquilinos acudían a trabajar para cometer el delito. La forma de llevarlo a cabo era similar a esta última, ya que una vez que reventaban la cerradura de la reja forzaban con una palanca la puerta de aluminio del patio de la vivienda y accedían inmediatamente a su interior.

Ya dentro, se llevaban todo lo que podían y lo cargaban en bolsas de basura, que arrojaban al patio y luego transportaban en un ciclomotor. La Policía no tardó en estrecharles el cerco gracias a un operativo de vigilancia que enseguida surtió efecto. Desafortunadamente, este tipo de sucesos se siguen repitiendo en la zona sin que las autoridades hayan terminado de ponerle remedio.