Sierra

La campaña del espárrago concluye con 700.000 kilos vendidos

Los productores tienen que soportar una bajada importante de los precios además de sufrir los efectos de la 'crisis del pepino' en Europa

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El oro verde del espárrago sigue sobreviviendo, pese a los problemas que tiene que afrontar cada año. La Cooperativa 'Los Europeos' de Alcalá del Valle, que engloba a los esparragueros de la localidad, ha conseguido este año superar los 700.000 kilogramos de producción. Esto supone un crecimiento de más del 40% con respecto a la campaña anterior, cuando se quedaron en medio millón de kilogramos.

A pesar de la mejora que se ha experimentado en esta campaña, lejos quedan los más de un millón de kilogramos que se recolectaron hace algunas campañas. Además, los productores han tenido que sufrir un mal final de campaña porque «los precios eran muy bajos y además nos afectó algo, aunque casi de refilón porque estábamos terminando, la crisis del pepino», destaca el gerente de Los Europeos, Francisco Dorado. Este respiro servirá a los productores para superar las dificultades de la campaña anterior, donde la lluvia hizo estragos, e incluso el retraso que ha sufrido la campaña que acaba de terminar, también por las precipitaciones.

Italia, Francia, Alemania y Suiza, por este orden, han sido los destinos principales de los espárragos gaditanos, ya que estos países exportan casi el 85% de la producción serrana. Razón por la que la desconfianza que se originó con la denominada Crisis del Pepino, también afectó a un producto que no cuenta con el mismo nivel de consumo en España que en el extranjero.

Este año se han destinado un total de 40 hectáreas al cultivo de espárragos, lo que supone un aumento importante con respecto al año pasado, cuando se plantaron unas 30. Atrás quedan las 6 ó 7 hectáreas que hace unos años acogían a los espárragos serranos. En cada hectárea se plantan un total de 17.000 garras que posteriormente darán fruto casi a diario ya que el espárrago crece con mucha rapidez. Entre 600.000 y 700.000 nuevas garras se han plantado este año para garantizar la permanencia de este cultivo en la zona.

La producción de espárragos implica a un total de 350 cooperativistas que son los que se aprovechan, ellos y sus familias, de los 3.000 jornales que se suelen producir entre los tres y cuatro meses que dura la campaña. Esos jornales siempre se esperan como agua de mayo en un pueblo eminentemente agrícola y de jornaleros emigrantes. Muchos de esos pequeños agricultores y los jornaleros que trabajan en estos campos son los que en menos de un mes volverán a hacer las maletas para irse a Francia o Bélgica para participar, hasta principios de noviembre, en las campañas de recogida de frutas.

Además del trabajo en el campo, una campaña buena genera un centenar de empleos en las instalaciones de la Cooperativa, para la manipulación del producto. La mayoría de esos contratos se hacen a mujeres, por lo que la producción cuenta con un gran componente social ya que el empleo femenino escasea por la zona. Estos contratos se pueden prolongar durante más de tres meses, siempre que la producción que dé el campo lo permita y el mercado acoja de buen modo el producto.